Los bancos españoles deben al Banco Central Europeo 257.000 millones de euros. A los bancos españoles no les falta financiación y a muy bajo precio. Así van solucionando sus problemas internos, tapando agujeros y tratando de equilibrar sus balances. Mientras que para ellos hay suficiente liquidez, las familias y las empresas españolas se ahogan por falta de financiación, no les llega el crédito deseable y lo poco que les llega con una contrapartida de garantías insoportables y a unos tipos de interés de usura.

La banca española, por mucho que se diga lo contrario, y a pesar de las enormes ayudas y de la financiación que recibe, está en una situación preocupante. No habría una sola entidad en estos momentos que pudiera soportar, con sus propios recursos, una retirada masiva de depósitos por parte de sus clientes. Esa posibilidad sería el único test fiable al que ningún banco español podría hacer frente.

El presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín, sigue insistiendo en que los bancos no son los culpables de la crisis. Al menos, con su opacidad, sus trapicheos, sus engañosos productos, sus paraísos fiscales, son colaboradores necesarios de la situación económica y social en la que estamos inmersos. Y para salir de ella solo hay un camino: empleo, confianza, demanda interna y financiación. Esta última, la financiación, los bancos la tienen. Deben 257.000 millones de euros al BCE; pero es necesario que a su vez la transmitan.

El 56% de los españoles, según las últimas encuestas, dicen que no se fían de los bancos. Me parece un porcentaje muy bajo, para lo que está ocurriendo.