Todo un bombazo

Pasó la Ascensión y se acerca el Martes de Campo, el próximo día 21. Este año la Ascensión ha estrenado interinamente recinto, junto al Palacio de Deportes, con gran afluencia de público pero con menos expositores y chiringuitos debido a que el espacio no es tan grande como el tradicional de La Losa. La improvisación de la contratación de las carpas, lo que hizo que el ayuntamiento tuviera que recurrir al improvisado recinto, es algo que no debe de volver a ocurrir, señora presidenta de la Sociedad Ovetense de Festejos, mi querida Belén Fernández Acevedo. Pero al fin y al cabo a la entrega de premios en el auditorio acudieron todos, alcalde incluído si bien éste no se quedó a la comida, que debe guardar régimen según su psicoesteta preferido Ramiro Fernández. Con que garbo paseaba la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz Tilve, del  brazo del incombustible concejal Roberto Sánchez Ramos “Rivi” quien la deposito, como buen caballero moscón que es, en la plaza de la catedral.

La verdad es que Gijón aventaja a Oviedo en recintos para grandes espectáculos, de ahí el concierto de Bruce Springsteen -la oferta que hizo la capital por él fue ridícula-, lo mismo que ha pasado con el previsto de Alejandro Sanz, que al final se va a Bilbao, en las instalaciones deportivas de San Lázaro. Y es que en ese campo no triunfa nadie, ni aquel Real Oviedo que lanzó sin éxito Gabino de Lorenzo contra el equipo de toda la vida que apoyaba Eugenio Prieto. ¿Donde andas metido presidente?, el Real Oviedo te necesita. Ya lo decía ayer en mi comentario. Al final los ovetenses tendremos que conformarnos con ver y escuchar a la Pantoja en el auditorio Príncipe Felipe, aunque esta vez sin la presencia de Julian Muñoz por supuesto. También veremos en la plaza de la Catedral -ojo a las avalanchas de público que un día, alcalde, tenemos un disgusto- al Sueño de Morfeo. La organización de Eurovisión hoy les daba en su página web como ganadores del festival que se celebra el próximo sábado. Un error lo tiene cualquiera pero puede ser una premonición.

Acudo a Ribadesella en un hermoso día primaveral junto con otro centenar de amigos para homenajear una vez más al hijo predilecto del concejo, el empresario licorero Emilio Serrano. Flanqueado por al alcaldesa Montserrat Fernández, guapa y de Foro, y por el diputado Antonio Trevín, no tan guapo y del PSOE, Emilio Serrano se emocionó y nos leyó poesías de su último libro. Cual un Antonio Gala cualquiera firmó libros hasta la saciedad. La verdad es que cuando me llamaron para asistir a este acto bien creí que era que mi veterano amigo, el gran valedor del oriente de Asturias y merecedor este año de la medalla de Principado, se nos casaba. Algunas fuentes me indicaban que podría ser con la abuela real, mi colega admirada Menchu Alvarez del Valle, con la que pasea por Ribadesella e incluso interpreta en la Casa de Cultura obras teatrales de Arthur Miller, pero Menchu Alvarez del Valle está estos días cargando pilas en Marbella. Según desvela el digital Vanitatis la abuela real disfrutó el fin de semana de los buenos quehaceres de la peluquería de Marco Aldani quien la sometió a un completo “tuneo” capilar. En Vanitatis, siempre muy bien informados de las cosas del corazón y del famoseo, escribe la autora de la crónica, Amparo de la Gama, que hace unos días Menchu Alvarez del Valle ha regalado su registro vocal a la villa de Ribadesella para su promoción, ahí es nada. Su palabra, su registro vocal, informa Vanitatis, será el que a partir de ahora de la bienvenida a quienes visiten el paseo de La Grúa en la citada localidad. Todo un detalle de la que fue gran locutora quien junto a Carlos Rodríguez y Primitivo Luengo fue la gran voz de la radiodifusión asturiana en los últimos cincuenta años. Lástima lo de la boda. Hubiera sido todo un bombazo.



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