Un amigo mío, vigilante de interior en la minería durante muchos años, hablando de los entrenadores y de los futbolístas de las plantillas que conforman los dos equipos punteros en la liga de la Primera División española, Barcelona y Real Madrid, decía: "contando con esos picadores que me pidan a mí tarea".
El actual entrenador del Real Madrid, José Mourinho, es la típica representación del liderazgo que irremediablemente lleva a la crisis a las entidades que dirige -en este caso entidad deportiva-, crisis social, moral y económica. Representa, al mismo tiempo, el fiel reflejo de otros liderazgos que están llevando, a las naciones y a los ciudadanos, también a un descalabro social, moral y económico.
Los liderazgos como los de Mourinho son los mismos que se pueden observar en el sistema financiero, las grandes corporaciones, aseguradoras, fondos de inversión y otros especuladores varios. Son los liderazgos de "a consta de quién sea y como sea" obtener el máximo beneficio en el menor tiempo posible. Siempre jugando a corto plazo.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, en una etapa anterior echó -después de haber conseguido grandes éxitos con y para el club- a Vicente del Bosque argumentando que "no se ajustaba al perfil requerido" para los futuros proyectos del Madrid. Más recientemente ocurrió algo parecido con Manuel Pellegrini, tampoco tenía el perfil adecuado.
Vicente del Bosque, ahora seleccionador español, fue, es y será, un señor y un gran deportista. A Manuel Pellegrini, hoy dirigiendo al Málaga, se le pueden aplicar los mismos términos que a del Bosque. Muy al contrario, José Mourinho, fue, es y será un "volatrenes" y un "cantamañanas" deportivo.
Los socios del Real Madrid deberán estar aliviados con la marcha del portugués y alguna de sus carabelas, Iker Casillas podrá proseguir con su carrera como se merece, y en cuanto al presidente del equipo, Florentino Pérez, cortado por el mismo patrón que su pupilo, le va a echar de menos, pero por poco tiempo. ¡Será por dinero!