Recuerdo dos intervenciones memorables de dos ilustres miembros del Partido Popular, cuando estaban en la oposición. La una fue la protagonizada por Cristóbal Ricardo Montoro Romero ("Cantinflas II") que dijo, ya en plena crisis, que "Si España se hunde, que se hunda, ya la sacaremos nosotros cuando lleguemos al Gobierno". La segunda, en plena campaña electoral, la protagonizó Mariano Rajoy ("Rajoy I, el breve") cuando contaba que antes de un mitin una señora se dirigió a él para pedirle -gobernaba el PSOE, cuatro millones largos de parados- que diese a los españoles un poco de esperanza y, por supuesto, el ofrecía esa esperanza. Han pasado casi dos años: España ha caído y está aún más hundida y seis millones de españoles siguen esperando empleo y a la "esperanza" de la señora de Rajoy.
Ayer mismo, otros tres destacados miembros del Gobierno y del Partido Popular volvieron, con sus respectivas intervenciones, a dar toda una lección de solidaridad, conexión y transparencia para con los ciudadanos.
María Dolores de Cospedal, Jurista y Abogada del Estado, y número tres del Partido Popular, según "La Vanguardia", en una reunión con diputados del propio Partido, dijo que "los votantes del Partido Popular prefieren apretarse el cinturón antes que no pagar la hipoteca".
María Fátima Báñez García, Economista y Jurista, y Ministra de Empleo y Seguridad Social, refiriéndose a los jóvenes que se ven obligados a emigrar al extranjero en busca de trabajo, definía el drama como una "movilidad exterior".
Vicente Antonio Martínez-Pujalte López, Doctor en Ciencias Económicas, y portavoz del PP en el Congreso, sobre un asunto tan sensible y penoso para los afectados como lo es buscar una salida para los desahucios, sentenciaba "algunos quieren la dación en pago para dejar esa casa y comprar un piso".
Uno se queda estupefacto pensando en mano de qué políticos estamos, y que semejantes licenciados son capaces, en su ensimismamiento, a derivar sus discursos al desprecio y al insulto, y a una total falta de empatía con los problemas de los ciudadanos que, a la postre, les mantienen.
Antonio Ozores, actor español fallecido en el 2010, creó escuela con unos discursos tan incoherentes como magistrales. Los políticos del PP seguro que vieron la película ¡No, hija, no! y consideraron como texto de cabecera el "Discurso del Alcalde" que Antonio Ozores "clavó" en la cinta. Con una salvedad, Ozores era un buen actor y el trio de políticos del Partido Popular, que ayer irrumpieron con sus discursos, son malos actores y, por mediócres, peores políticos.
Rajoy y los suyos, por incapaces, no solo están mintiendo con el fondo de los asuntos, también están perdiendo con las formas de transmitirlos