El papa, Francisco I, ha recibido en audiencia al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Es importante reseñar que se trata de la primera audiencia que el papa concede, a un presidente de estado de los países europeos, desde que fue elegido pastor de la iglesia católica como sucesor del dimitido Benedicto XVI.

No hubo rueda de prensa posterior a la reunión de veinticinco minutos que duró la audiencia, pero si ha trascendido que Francisco I le pidió a Rajoy que tratará, dadas las vicisitudes por las que atraviesa España, de "mantener la cohesión social". En el intercambio de regalos previo, entre otros detalles, el presidente español entregó al papa una camiseta de la selección española, campeona del mundo y de Europa, firmada por todos los jugadores y con el color de la primera equipación.

En Madrid, y como supuestamente no había sido invitado a Roma, el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, aprovechó para dar una conferencia ante los medios y meter un poco más de presión al Gobierno criticando su lentitud al afrontar asuntos como el aborto y el matrimonio gay.

Es provable que, tras la audiencia del papa, Mariano Rajoy vuelva más iluminado de lo que fue y, como pidió Rouco Varela, dé un acelerón a los temas de interés de iglesia/estado. Otros asuntos terrenales como los desahucios, las preferentes, el próximo rescate a las autopistas radiales de Madrid (4.000 millones de euros), los seis millones de parados, etc., etc., pueden esperar. O Rouco Varela o "mantener la cohesión social". Cada cosa a su tiempo.