Crueldad Europea

 


Tristeza, crueldad, injusticia. Muchos son los adjetivos que se le pueden atribuir a la eliminación del Málaga de la Champions League frente al Borussia Dortmund.

Y es que, cuando en el minuto 90 estas clasificado y en el 93 eliminado, no hay consuelo que valga, más si cabe con un equipo que ha pasado las dificultades que todos conocemos y que ha sido vilipendiado por la UEFA en la figura de Platini.

Pues bien, siendo cabeza de turco del presidente del máximo organismo europeo y con los problemas económicos que han obligado a la salida de los mejores jugadores de la plantilla, han llegado a cuartos de final y, por tres minutos, no lo han hecho a semifinales. Una pena.

Tras la superioridad alemana en La Rosaleda, Pellegrini y los suyos plantearon el partido perfecto. Limitaron la libertad de Gundogan, juntaron líneas en defensa para evitar las combinaciones de Götze y, con el balón en los pies, tuvieron la pausa necesaria para tomar siempre la mejor decisión. Ninguna casa de apuestas apostaba por los españoles y a punto estuvieron de arrepentirse.

Se está hablando mucho del colegiado y lo cierto es que se equivocó, pero para los dos. El tercer gol del Dortmund es un escandaloso fuera de juego doble que es muy difícil que el auxiliar no vea, pero el de Eliseu, aunque menos claro, también lo es. El problema es que en el del jugador portugués el juez de línea no está ni bien colocado. La pregunta tras este arbitraje, el del FC Barcelona en París o el de la Juventus en Alemania, es ¿realmente el estamento arbitral europeo está preparado para estos partidos? La falta de personalidad, carisma y, lo que es más grave, de preparación, debería alarmar a Platini tanto como los problemas económicos del Málaga.

Y es que el conjunto andaluz, a riesgo de ser impopular, no perdió por el árbitro. El oficio desapareció de las filas malagueñas en el momento clave y el error de Demichelis en el segundo gol es imperdonable. El argentino hizo un partido de diez que manchó con un error de juvenil en el 91. Sin ese gol el Borussia no se levanta y el Málaga pasa. Porque, como siempre me han enseñado, los errores hay que atajarlos antes de que sucedan. Lo tuvo el Málaga, lo merecían los jugadores, pero no supieron administrar los últimos minutos además del esperpéntico colegiado.

En definitiva, una pena la eliminación de un equipo que hizo todo para ser una de las mejores apuestas de Europa. La cabeza debe estar bien alta ya que fueron cinco los minutos que le separaron de la gloria. Consiguieron que toda España fuera de un color y eso, con los tiempos que corren, ya es un triunfo. ¡Ánimo Málaga!



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