Parece que el ataque de sinceridad del ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, está a punto de producirse. Después de la publicación de un artículo en el diario "El Mundo" del viernes, firmado por el prestigioso columnista Raúl del Pozo, los cimientos del discurso del PP han quedado tocados; y solo falta un resoplido más de Bárcenas o alguno de sus colegas externos (léase Francisco Correa) para que empiecen las primeras dimisiones dentro de la formación que dirige el actual presidente del Gobierno. Raúl del Pozo cuenta lo que vio y oyó en primera persona y, aunque dice que su informador no fue directamente Bárcenas, el artículo que escribió, preludio con toda seguridad de otros más, bien podía haberse titulado: "Historia de un desengaño, Bárcenas a pecho descubierto".
Que los llamados " papeles de Bárcenas" son un fiel reflejo de las contabilidades paralelas del Partido Popular, es un hecho. Que en las irregularidades que se investigan están involucrados la mayoría de los cargos que dirigieron y dirigen el Partido, es una evidencia. Que el Partido Popular y el Gobierno de la nación no han sabido gestionar correctamente esta "su crisis interna", es una verdad como una casa. Y que el presidente del Partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, no hizo las cosas "como Dios manda" (parafraseando sus repetidas palabras) y mintió, una vez más, a su electorado y a la inmensa mayoría de los españoles, es otra verdad como un rascacielos de grande.
En el Partido Popular hay un grupo de personas que saben todo sobre el funcionamiento de la contabilidad "A" y "B", sobre la financiación del propio Partido y también sobre los sobresueldos que supuestamente se distribuían. José María Aznar, Mariano Rajoy, Javier Arenas, Angel Acebes, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, entre otros de los que están, y Francisco Alvarez Cascos, ya fuera de la formación, con toda seguridad que están cada vez más nerviosos y, cuando les llegue el momento -que les llegará-, tendrán que dar las explicaciones oportunas. Veremos qué cara van a usar.
Hay otro grupo de personas en el PP que o no lo saben todo, o no lo quieren saber o lo saben a medias. Ese grupo que, supuestamente está limpio, se va a quemar políticamente con sus mentiras por defender lo indefendible. Por defender a las viejas glorias de Alianza Popular y del Partido Popular, ya quemados, que por seguir alardeando de impolutos, por seguir mintiendo, van a arrastrar al charco a toda una generación de políticos que ahora componen la reserva generacional y regenerativa.
Luís Bárcenas está llegando a un punto de no retorno. Independientemente de sus apaños, que van a ser juzgados, el ex tesorero se ve abandonado y solo, y apuntado por sus propios compañeros como el único corrupto del Partido Popular. No creo que soporte, y con razón, ser el único actor sobre el escenario.
Y, con todo, el presidente del Partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, no sale de la cueva. No se atreve. Porque sabe, como extraordinario estadista que lo es, que cualquier cosa que diga, como ocurre en las películas de la tele, puede volverse en su contra. Toca invernar en primavera.
Por cierto, volviendo a los sobresueldos, dice Raúl del Pozo que el ex presidente José María Aznar no recibió sobresueldos desde que llegó al Gobierno. ¿Y antes?.