Hace unos años visité en la acogedora localidad de Colombres (Asturias) el excelente Museo de la Emigración que la Fundación Archivo de Indianos tiene ubicado en el precioso edificio de la Quinta Guadalupe, con su gran palmera como enhiesta y airosa seña de identidad. Aconsejo a quienes no lo hayan visitado que se pasen por allí para disfrutarlo, aunque ahora también nuestra presencia puede servir para apercibirnos mejor de que aquella emigración de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX ya no es solo historia, a la vista del renaciente proceso migratorio que nuevamente han iniciado los españoles tras la irrupción de la crisis económica que soporta el país.
En 2009 no llegaba al millón y medio el número de españoles residentes en el extranjero. Esa cifra, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, se ha incrementado en medio millón más actualmente. Más de cien mil personas se nos fueron de España en 2011 y otras tantas en 2012. De los 1.945.340 españoles que viven en el extranjero, 945.340 son hombres y 985.908 son mujeres. La mayoría se establece en la franja de edad de 30 a 54 años. De los mayores de 65 años, únicamente uno de cada cuatro reside en Europa.
Vuelven a ser los gallegos los primeros en liderar esa emigración, con una quinta parte del total de españoles residentes en otros países, seguidos de los madrileños, andaluces, catalanes y castellano-leoneses. Francia, Alemania y el Reino Unidos son los destinos preferidos en Europa, mientras que Argentina y Venezuela son las naciones en las que más conciudadanos han decidido emprender una nueva vida, cerca de 400.000 y casi 200.000 respectivamente. Es asimismo notable el incremento de emigrantes españoles en Brasil y mucho más que llamativo lo que está ocurriendo en la isla de Cuba, donde en cuatro años se ha duplicado el número de españoles residentes, que ha pasado de algo más de cuarenta mil a casi 100.000.
Muchos de los recuerdos depositados en el Museo de la Emigración de Colombres como testimonio de aquellas diásporas de asturianos allende la mar Océano, a finales del siglo XIX y principios del XX -que se prolongaron después con la diáspora del exilio-, tienen grabada la memoria de esos mismos países que ahora vuelven a ser punto de destino como consecuencia de la nueva explotación promovida por la dictadura financiera.
Si destacable es que nuestra emigración haya dejado de ser materia de museo en los últimos años, no lo es menos que muchos de nuestros emigrantes elijan como meta de sus viajes para cambiar de vida Venezuela y Cuba.