El pasado sábado tuve la oportunidad de ver el partido entre el Swansea y el Arsenal y realmente volví a quedar impresionado con la importancia de Santi Cazorla en el conjunto ‘gunner’.

El partido del asturiano fue sencillamente espectacular. El menudo jugador del Arsenal llegó a Londres procedente de Málaga sorprendiendo a todas las noticias de apuestas por una cantidad cercana a los veinte millones de euros y desde ese momento se ha convertido en el auténtico timón de los de Arsene Wenger.

Y es que Cazorla es el jugador distinto de este equipo. Su influencia en el juego es capital. Siempre se ofrece, da buena salida, toma buenas decisiones y, además, es decisivo en muchas de sus intervenciones. Su manejo de las dos piernas le hace un futbolista imprevisible y no necesita ser excesivamente rápido para desbordar rivales ya que su capacidad  técnica está por encima de las teóricas exigencias físicas a las que te somete el fútbol en vivo en si mismo.

Once goles y seis asistencias son los grandes datos que maneja el español en este sentido. Pero más allá de la estadística pura es un auténtico lujo verle jugar. Da la sensación de ir bailando sobre el terreno de juego. Busca en corto la pared, y en largo la precisión al espacio. Da los toques necesarios en cada acción y sus pérdidas en cada partido nunca superan los dedos de una mano.

En definitiva, Santi Cazorla es el auténtico motor de un Arsenal que no siempre rinde al mismo nivel que el asturiano. Esperemos que el equipo siga creciendo y nos permita ver al menudo ‘19’ gunner pelear por cotas más altas que un cuarto puesto en la Premier League.