La propietaria de HC, la portuguesa EDP, ha decidido que a partir del lunes eliminará la tradicional sigla de Hidroeléctrica del Cantábrico realizando todas las operaciones comerciales con la marca EDP. Es un paso más de la pérdida de identidad que sufre Asturias, colonizada en muchos de sus sectores. La cosa viene de atrás. Tuvimos un Banco de Oviedo, un Banco Asturiano, un Banco Asturias, una Banca Masaveu y ahora el Sabadell se dispone también a apuntillar la marca Herrero. Perdimos la marca ENSIDESA y hasta Duro Felguera, otra de nuestras compañías más emblemáticas, tiene muy avanzado su proyecto de cambiar el logo y pasar a comercializar toda su actividad bajo las letras DF. Creo que en estos momentos nuestras compañías más emblemáticas con aureola asturiana son El Gaitero y ALSA que, por fortuna, además gozan de buena salud. Aquello que anunció y nunca llegó a poner en práctica Francisco Alvarez-Cascos, lo de “Made in Asturias”, podemos aplicarlo a productos típicos de nuestra tierra que nos dan prestigio si bien su difusión internacional deja aún mucho que desear. La Unión Europea ha dado el espaldarazo al queso de los Beyos, natural de Ponga, Amieva y Oseja de Sajambre. Somos la mayor mancha quesera de Europa y apenas nos damos importancia. Esta desnaturalización que sufrimos en muchos frentes hay que extenderla también a Cajastur, completamente devorada por ese engendro llamado Liberbank cuyas acciones además acaban de sufrir una importante depreciación, que aquí no nos enteramos de nada.
La identidad de Asturias se nos está yendo por el agujero de la crisis y la falta de fuerza de nuestra comunidad autónoma. A falta de políticos eficaces y de sindicatos resolutivos nos hace falta también una clase empresarial que cada vez está más ausente. Hay un grupo de empresarios que fueron importantes y competitivos pero que se han hecho mayores y sus sucesiones o no están claras o no alcanzan el nivel exigido. Como era previsible el asturiano, fundamental el joven universitario, ha comenzado a emigrar, otra descapitalización más. Los líos que surgen en HUNOSA hace que la actual dirección decida suprimir cualquier proyecto tendente a reactivar las comarcas mineras. Todo huele a chapuza, las 500.000 toneladas de carbón desaparecidas, los problemas del vale de carbón o la situación de SADIM. Tanto es así que me temo que HUNOSA no solo disolverá SADIM Inversiones si no que también terminará por echar el telón en SADIM Tecnología donde más de 60 titulados superiores, magníficamente preparados y muy competentes en su trabajo, están de brazos cruzados a la espera de proyectos que no acaban de llegar. Ya me parecía a mi mucho tajo para su responsable el ex concejal del ayuntamiento de Oviedo, geólogo por más señas, Javier Sopeña.
La situación asturiana es tan grave que hasta veo desorientado al consejero de Economía e Industria, el buen maestro que fue Graciano Torre. Me dejaron perplejo sus declaraciones para no dar importancia a la marcha de la línea aérea Ryanair: “Peor hubiera sido que se marchara el ALSA“. Pues lo que nos faltaba.