¡Vaya año que llevamos! El corazón deshecho en lágrimas ante tantas tragedias y sufrimiento, y la mente perpleja al comprobar la incapacidad de los líderes mundiales para reaccionar ante las catástrofes naturales o provocadas, ante la situación provocada por el inmenso error de sustituir la justicia social y los asideros éticos por el mercado... que, en sus últimos estertores, intenta seguir condicionando la acción política.
Para empezar, el colosal terremoto y tsunami de Fukushima... y la "primavera árabe" en Túnez y Egipto... y luego en Libia, armada hasta los dientes por los mismos que decidieron atacarla -"es cuestión de horas"- en una operación precipitada en lugar de confiar, al tiempo que se restablecía su autoridad, a unas Naciones Unidas unidas como interlocutor único representando a todo el mundo y no sólo a los G8 o G20, una salida adecuada...; y luego Yemen y Siria, completamente a su aire, fuera del alcance de los grupos plutocráticos que siguen empeñados en cumplir cometidos que no les corresponden; y los volcanes en Islandia, Hawaii, y el Cono Sur de América Latina..., así como los incendios de Arizona, que demuestran que los Estados Unidos siguen teniendo muchos aparatos para la guerra pero no para hacer frente a las catástrofes..., y tifones de una fuerza devastadora inusitada; e insólitas explosiones solares; y más y más muertos de este escándalo permanente que representa el narcotráfico, especialmente en América Latina, sin que el "gran hermano" del Norte se avenga, fracasada la acción militar, a la despenalización y abaratamiento radical del consumo, una vez demostrado que el precio no tiene ya efecto disuasorio alguno; ...el Escherichia coli del "pepino" que no era del pepino y pone en evidencia la falta de rigor y de coordinación en situaciones de alerta sanitaria de la Comunidad Europea; ...los "efectos colaterales" de aviones sin piloto manejados a distancia que producen más quebrantos de los que resuelven; ...¿y el medio ambiente?: el "gran dominio" militar, financiero, energético y mediático se encarga de ocultar la gran responsabilidad, por sus efectos potencialmente irreversibles, de las generaciones presentes en su legado de habitabilidad de la Tierra a las futuras... mientras que el norte europeo sufre ahora las mayores sequías de muchas décadas cuando en el Sur llueve abundantemente...
Otro acontecimiento a destacarse, el Movimiento 15-M que, desde la Puerta del Sol, ha extendido su voz, pacíficamente, firmemente, y ahora ya son muchas las plazas, no sólo de España, en las que la palabra empieza a prevalecer sobre la fuerza, las propuestas sobre las protestas... y la sociedad civil podrá, seguramente en muy pocos meses, desde la gran plaza mundial del ciberespacio, fomentar la movilización popular que consiga, con millones de adhesiones, iniciar transformaciones radicales y consolidar la democracia.
Para darnos cuenta de la auténtica "tormenta" de acontecimientos que los grandes magos del espectáculo y del entretenimiento intentan apartar de nuestra vista y consideración, anoto algunas de las noticias del sábado, día 11 de mayo de 2011:
-"El ejército sirio asalta la ciudad sublevada..."
-"Israel se moviliza -¿hasta cuándo?- para que la ONU no acepte el Estado palestino..."
-"El jefe del Pentágono critica la falta de inversión europea en defensa" (¡que sigue siendo la OTAN, dependiente de los Estados Unidos!)
-"El país más boyante de Europa es la "rechazada" Turquía..."
Y aquí, en España, como en Europa, a los pies de las agencias de calificación, al tiempo que, ¡todo vale!, denostados y denostadores unen sus fuerzas para lograr alcaldías o gobiernos autonómicos, ascienden al poder quienes pronto, con toda probabilidad deberán dejarlo por decisión judicial; los que decían ser independientes demuestran no serlo; los que van a gobernar allí donde no lo hacían prometen hacer lo contrario de los que han hecho allí donde ya gobernaban...
Sin brújula ni camino.
-"Crearemos empleo". ¿Cómo?
-"Urge poner fin a la hipócrita ambigüedad occidental sobre el régimen de Bashar al-Asad". ¿Cómo?
Es necesario, en consecuencia, contemplar serenamente, pero con apremio, la situación mundial y urgir que se adopten con rapidez las medidas oportunas, sabiendo que no se puede salir airoso localmente de situaciones que afectan al conjunto de la humanidad.
Lo primero que hoy debería hacer (los Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea, la Comunidad de Estados de América Latina y El Caribe, la Organización de la Unidad Africana, la Liga Árabe, la Federación Rusa, los países del Este, especialmente China, la India y Japón...) es convocar una Asamblea General Extraordinaria y Constituyente de las Naciones Unidas que, para poner orden en el caos originado y mantenido por los "globalizadores" y grupos plutocráticos, disponga, junto a un 50% de representantes de Estados, otro 50% de instituciones de la sociedad civil, así como de tres Consejos de Seguridad: para conflictos y catástrofes; para cuestiones socioeconómicas; y para cuestiones de salud y medioambientales. Todos ellos -Asamblea y Consejos- con voto ponderado pero con la participación y representación que le proporcionen la autoridad moral y funcional que en estos momentos es imprescindible.
De otro modo, unos continuarán clamando contra las dictaduras que les oprimen y otros contra la dictadura de los mercados... pero, sin brújula ni camino, nada cambiará: unos cuantos seguirán mandando (los "grandes poderes"), el mundo se seguirá "agrietando", moral y físicamente, porque se invierten 4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares cuando, en un genocidio invisible, intolerable, insostenible, mueren de hambre más de 60.000 personas... No me cansaré de repetirlo.
Es tiempo de acción. No podemos seguir sin brújula ni camino.