El juez ha imputado hoy a la que fuera consejera portavoz del último gobierno de Vicente Alvarez Areces la piloñesa Ana Migoya y al que fue director regional de Cultura, el médico Carlos Madera. Me hace gracia que la Federación Socialista Asturiana haya salido a la opinión pública mostrando confianza en su inocencia, algo que no suelen decir cuando el político o cargo o ex cargo imputado pertenece a otro partido. Ana Migoya que fue mujer poderosa en la penúltima administración socialista era una de las personas de auténtica confianza del presidente Vicente Alvarez Areces si bien su cargo de consejera de Administraciones Públicas la acabó situando en el ojo del huracán del caso Marea. No solo tendrá ahora que declarar ante el juez si no también está citada ante la comisión de la Junta General del Principado. Serán más de 50 personas las que pasen ante la misma incluído el hoy senador y ayer presidente Vicente Alvarez Areces. El PSOE asturiano necesita cierta regeneración y renovación que Javier Fernández, cada vez más difuminado en su cargo de jefe del Ejecutivo, tuvo que acudir a segundos espadas de las administraciones de Tini Areces para formar su equipo de dirección. Pienso yo que con el lío de Luis Bárcenas, Ana Mato y compañía, esto les dará un cierto respiro, desviada la atención pública como está a temas de enjundia nacional. Por cierto, observo que con poca gracia y de espaldas a los sindicatos representativos han comenzado una serie de paros en explotaciones de HUNOSA, intranquilos como están los mineros ante su futuro inmediato. La presidenta de la compañía Teresa Mallada acaba de dar una nota informando de haber reducido los gastos en 39 millones de euros. Al paso que va estoy convencido que Cristóbal Montoro terminará imponiéndole la medalla de Santa Bárbara.
Quien si estuvo hoy, en viaje sorpresivo, en Oviedo ha sido el número tres del Partido Popular, Carlos Floriano, quien sin cortarse un ápice lanzó a través de los medios de comunicación un llamamiento a los militantes de Foro Asturias para que abandonen el partido fundado por Francisco Alvarez-Cascos y se den de alta en el Partido Popular “ya que son votantes nuestros (?)“. No lo tiene fácil el Partido Popular en meter mano a la que hoy por hoy es segunda fuerza política de Asturias. Solo un hipotético retorno, que todo puede ocurrir, de José María Aznar a la dirección del PP nacional haría posible que el general secretario de Foro Francisco Alvarez-Cascos volviese, como pide Carlos Floriano, al partido que les vio nacer. Lo que si me sorprendió es que hoy nadie preguntase a Carlos Floriano por cómo se aplica el Estatuto del Trabajador a Jesús Sepúlveda para no despedirle y que continué cobrando, aunque sea en su casa, mientras sí se aplicó el despido sin dilación a otro funcionario, el periodista ovetense Florentino Alonso Piñón, cuando abandonó Asturias tras perder Foro el gobierno y reintegrarse como trabajador a la dirección nacional del PP en Génova. Florentino Alonso Piñón además de ser trabajador en plantilla del PP fue una temporada jefe de gabinete de Jesús Sepúlveda en el ayuntamiento de Pozuelo. En fin, Carlos Floriano y la dirección regional del PP lo habrán pasado bien comiendo este mediodía fabada en el corazón de Vetusta.
