El I+D+i es imprescindible para la competitividad… hasta tal punto que la Secretaria de Estado de Investigación e Innovación se situó en el Ministerio de Economía… y Competitividad! Se encomendó a una persona muy adecuada, Doña Carmen Vela. Hasta aquí, nada que objetar. Pero, a continuación, resulta que los “recortes” aplicados son tan profundos que, en lugar de aumentar nuestra competitividad se está retrocediendo a límites que pueden resultar irreversibles.
Según informaciones recientes, la cuantía total (en 4 años) de los 3,182 proyectos aprobados es de 309 millones, incluida la financiación europea, lo que representa un 19,5% menos que en la convocatoria anterior. Pero es que, además, la cantidad que recibirán en el primer año, salvo excepciones, no llega al 10% del total!
309 millones representan una “nadería” si se compara con cualquier “agujero” de las instituciones financieras. Se han destinado unos 40,000 millones de euros procedentes de Europa para colmar estos dislates… ¿Y no pueden aportar el 1% de esta cantidad para promover la competitividad que es clave para la “economía basada en el conocimiento”?
¿Y dejamos que científicos bien preparados -en los que se han invertido, lógicamente, importantes fondos públicos- tengan ahora que exiliarse? ¡Qué incongruencias!
Explíquense, y si es preciso rectifiquen, porque son temas de los que depende, sin exageración alguna, el futuro de nuestro país.