Normal, ya lo había comentado hace unos días, el presidente del Partido Popular de Oviedo Gabino de Lorenzo ha despejado la posible incógnita sobre si volvería a presentarse para el cargo en el próximo congreso local que tendrá lugar en marzo. A punto de cumplir los 70, con dos nietos encantadores, Jimena y Mateo, de los que ocuparse y toda la vanidad política cubierta desde hace tiempo Gabino de Lorenzo en cuanto deje el cargo de delegado de Gobierno se retirará a los cuarteles de invierno con la conciencia del deber cumplido. Por supuesto que no iba a haber sorpresa respecto a quien le sucederá al frente del partido conservador en Oviedo: Quien fue su alumno aventajado, hoy alcalde y aspirante a hacerse con el mando de la derecha asturiana que para empezar ya tiene a los del Foro bien domesticados en la casa consistorial. Se trata, como habran adivinado, de Agustín Iglesias Caunedo, a quien la derecha, dice sus fans, guarde muchos años.
Agustín Iglesias Caunedo y la presidenta regional Mercedes Fernández, actualmente vecina de la capital del Principado, hacen como el chiste del dentista. A que no nos vamos a hacer daño. Pero el alcalde de Oviedo tiene más punch y más cintura -no en el sentido físico, por supuesto- que la ex delegada del Gobierno. Claro que el grano en el zapato está en Gijón con una Pilar Fernández Pardo que no se arruga y que además no pasa una a los miembros de la ejecutiva regional. Unas desafortunadas declaraciones de Fernando Goñi -flojín, flojín- hicieron que Pilar Fernández Pardo y los suyos pidieran árnica a Madrid. Así, por lo menos, Dolores de Cospedal sabrá que aquí hay problemas y no solo con Foro.
Agustín Iglesias Caunedo ha cumplido su primer año como alcalde. Discretamente está haciendo un equipo a su imágen y semejanza con toques modernistas como la utilización a fondo de las redes sociales. Dentro de tres años tendrá que enfrentarse por la alcaldía para un nuevo mandato con el hoy diputado socialista Antonio Trevín, buen candidato de la izquierda oficial para Oviedo. Una de las claves será que ocurra en estos tres años con Foro. Volver a las urnas con la derecha dividida puede ser peligroso para los intereses de Agustín Iglesias Caunedo a quien también le puede pesar el desgaste de su partido a nivel nacional además de, por supuesto, manejar presupuestos restrictivos.
Agustín Iglesias Caunedo, bajo la sabia batuta del psicoesteta Ramiro Fernández, que se nos va estos días a Qatar acompañando a “la roja”, mejora en su aspecto estético y así lo compruebo en la foto que se hizo con los alcaldes de barrio, la mayoría descamisados, pero el alcalde de la capital, no, de punta en blanco, situando a su derecha al alcalde de Fitoria Villamejil Joaquín Fernández Annia, otrora destacado hostelero y que ahora se nos jubila como inspeector de la zona azul.
Oviedo tiene muchas asignaturas pendientes, ronda norte, terrenos del antiguo HUCA, terrenos de la antigua fábrica de armas, comercialización del Calatrava, a las que el alcalde deberá afrontar con imaginación y eficacia. Larga y apasionante tarea tiene ante sí.