Como cada 27 de enero, este domingo se conmemora el aniversario de la liberación del mayor campo de exterminio nazi: Auschwitz-Birkenau, en Polonia. Han transcurrido 68 años desde aquel día en que se puso fin al horror que causó la muerte de millones de personas, victimas del nazismo y del fanatismo intolerante de una ideología que propugnaba el exterminio tanto del pueblo judío como de quienes consideraban sus enemigos, ya fuera por su origen o por sus ideas, o –simplemente- por defender la libertad de las personas para decidir sobre su propio destino.
Asturias también tuvo en aquel tiempo sus víctimas. Por defender sus ideas republicanas, la democracia y la libertad, tanto en España como en Europa, decenas de asturianos fueron encarcelados y recluidos en campos de concentración. Muy pocos sobrevivieron y todos merecen tener su mención particular en nuestra memoria.
Por ello, como Presidente de la Junta General del Principado de Asturias, deseo sumarme a los actos que -aquí en Asturias, y en todo el mundo- se celebran este 27 de enero, Día Internacional de Recuerdo a las Víctimas del Holocausto, en la esperanza de que su injusto sacrificio no vuelva a repetirse jamás.
Palacio de la Junta. 25 de enero de 2013
*Presidente de la Junta General del Principado de Asturias