Dos noticias me sorprenden en este jueves recién terminado; la elección como presidente de la FORTA (La federación de televisiones autonómicas) de Antonio Virgili Rodríguez, director general de la RTPA asturiana, y la marcha como magistrado de nuestra Audiencia desde hace más de 20 años del juez Agustín Azparren que se va a ejercer la abogacía a uno de los principales despachos de Andalucía con sede en Marbella.
Antonio Virgili es un buen profesional de la comunicación que desde hace unos meses está al frente de la RTPA, lidiando con tirios y troyanos y que debe encarar el 2013 con menos presupuesto y un incómodo consejo de administración actualmente presidido por el socialista Amado Mallada, consejo que anda revuelto especialmente desde la entrada en el mismo de Foro Asturias con su dirigente Juan Vega a la cabeza. Virgili es una profesional joven, integrado en Oviedo, su ciudad, e incluso es miembro de la junta directiva del Centro Asturiano que preside Alfredo Canteli. Su padre, Vespertino, se ha jubilado como profesor de la Universidad de Oviedo y su tío Maxi Alberto fue jefe de los servicios informativos de Radio Nacional. Su abuelo, Virgili Vinadé, catedrático de química, fue en la década de los 60 rector de la universidad asturiana. Accede ahora al importante cargo de la presidencia de la FORTA en unos momentos nada fáciles para las televisiones autonómicas, en fase de privatización o incluso de desaparición. Ahí está el conflicto de Telemadrid, los recortes en las televisiónes valenciana y murciana, etc., incluso aquí mismo, en la nuestra, con recorte de productoras, reclamaciones de trabajadores subcontratados, influencias políticas, etc. La presidencia de la FORTA es rotatoria -seis meses o un año, no recuerdo bien- y estoy seguro que Antonio Virgili hará pese a todos los inconvenientes un buen papel. Aquí, en Asturias, pese a algunas críticas de determinados sectores políticos, la RTPA cumple un papel importante haciendo llegar las noticias y la cultura asturiana, así como el deporte, a todos los rincones de nuestra autonomía. Se han subsanado errores como los de retransmitir el partido de los sábados que daba también La Sexta o la Fórmula 1 también repetida en abierto por una cadena generalista. Sin la TPA no habría información televisiva para todos los asturianos, dado, como se demostró, lo endeble de las televisiones privadas y la dejadez del Centro Regional de TVE. Me alegro por tanto de la elección de Antonio Virgili como presidente de la FORTA y espero que, por lo menos, redunde algo en beneficio de la televisión asturiana.
En cuanto a Agustín Azparren creo que su labor como juez independiente ha sido positiva a lo largo de estos años. Recuerdo como siendo yo director de La Voz de Asturias me empitonó con una fianza de 10 millones de pesetas por una demanda puesta por el entonces alcalde de Pravia Francisco Casielles quejoso por un reportaje en el que se criticaba su actuación. Menos mal que el periódico en el último minuto consiguió el aval de un banco y me evitó ser huesped de Villabona. Al final el pleito llegó al Supremo y ganamos, creando la sentencia jurisprudencia en materia de prensa. Agustín Azparren, muy aficionado al fútbol y en concreto al Real Oviedo, es miembro de la tertulia Los Manolos y aunque se vaya al sur seguro que no perderá contacto con Asturias donde uno de sus hijos, Nacho Azparren, es periodista deportivo de La Nueva España.