Resulta preocupante la situación de las cuencas mineras con un paro juvenil que supera el 50 por ciento, un declive en su población y una sensación de impotencia como hacía años no se sentía. Sin embargo se lucha por la subsistencia, caso de la Fundación Laboral de Minusválidos Santa Bárbara dependiente de HUNOSA y con centros de trabajo para minusválidos psíquicos, físicos y sensoriales, hijos de mineros, en Ujo y Carbayín Alto. En mis tiempos profesionales en HUNOSA fui un montón de años secretario de FUSBA por mandato de mi primer presidente en la citada empresa pública, Gómez Jaén, siendo entonces presidente de FUSBA el abogado de HUNOSA Argaña que hizo una muy buena labor.
FUSBA tiene en la actualidad 110 trabajadores y por primera vez en su historia su presidente es la mismísima presidenta de HUNOSA, la ingeniera María Teresa Mallada, actuando como vice presidente el directivo de HUNOSA Javier Cancio. Como los tiempos no son fáciles la presidenta se esfuerza esta temporada en que la SEPI reconozca a FUSBA como empresa propia lo que le permitiría acceder de manera directa a contratos de obra que FUSBA viene haciendo productos con eficacia como la confección de ropa de trabajo, imprenta, temas medioambientales, parrilla para mina, etc. Esta fundación nació en 1975 a iniciativa de la Marquesa de Cubas, esposa del por entonces presidente de HUNOSA Andrés Martínez Bordiu, con motivo de una muy dura negociación de un convenio colectivo en una HUNOSA que por aquel entonces tenía más de 25.000 trabajadores.
En los últimos tiempos, en la etapa del anterior presidente de HUNOSA Juan Ramón Secades, se adquirió una parcela en el polígono de Olloniego para construir un nuevo centro y cerrar los de Carbayín Alto y Ujo. Lamentablemente la crisis frenó el proyecto y FUSBA continúa en Ujo y Carbayín. Me consta que la actual presidenta de HUNOSA y de FUSBA, la allerana María Teresa Mallada, tiene una especial sensibilidad hacia dicha fundación lo que me congratula. FUSBA con sus 110 puestos de trabajo es una de las empresas más importantes de las cuencas centrales y es una obligación moral mantener sus puestos de trabajo. Además las decisiones de la SEPi en cuanto a rebaja de salarios y otros recortes ha afectado de lleno la de por si débil economía de estos trabajadores. Creo que la consejera de Bienestar Social Esther Díaz debería de realizar una visita a las instalaciones de FUSBA, una atención a la minusvalía en las comarcas mineras dignas de elogio y de apoyo sin reservas. La cuestión es ¿Que pasará con FUSBA cuando pase lo que tiene que pasar con HUNOSA?.
HUNOSA está pendiente de un nuevo convenio colectivo, su diversificación ha sido un fracaso con apenas una o dos empresas en funcionamiento y una producción de carbón que está por los suelos -menudos líos hay estos días con el vale de carbón- y todo lo que no sea subir a un millón de toneladas su producción anual es anunciar una muerte cantada. Si HUNOSA cae, como parece vaticinar el actual ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, FUSBA caerá y yo no podré dormir en mucho tiempo.