Nos encontramos de lleno en el tiempo tradicional de las "rebajas" cronológicamente es así. Los "recortes" tranquilos nos los vamos ha encontrar todo el año. Ahora, los escaparates lucen toda clase de reclamos de todo a... 70 %...50 %...30 %... y no sigo que lo regalo.
La verdad que la cosa debe funcionar, me remito a las colas que se hacen ante - sobre todo - las grandes cadenas. Aún recuerdo hace unos años cuando unos visones eran la estrella de la rebajas ( abrigos, 3 o 4 ) actuaban como cebo y, la noche del seis al siete de enero, la gente aguardaba paciente - dando incluso la vuelta a la manzana - para ser de los primeros. Guardias de seguridad velando y las cámaras de la televisión como testigo. Unas vallas hacían de embudo y a las 10 en punto de la mañana...sálvese quién pueda.
Empujones, atropellos y toda clase de artimañas con tal de ser los "one", me estoy haciendo viejo, ahora esto ya no se estila o quizás lo que no se ve es la pasta fresca. Antaño, lo de la "visa" en las rebajas era una quimera, vamos era inútil usarla ( no se admitía ) todo cash. Hoy, te besan la mano cuando estampas la firma del recibo. Lo que hace la necesidad de hacer caja.
En cuanto a los "recortes" (Ud. ya me entiende ) en este articulo no tienen cabida, me refiero a los que nos aplicaran la Merkel y su leal monaguillo Rajoy, ya habrá tiempo para darles caña cuando llegue el oportuno momento.
Aquí y ahora, toca hablar de los retales que nos encontramos en las tiendas y vamos a volver a tirar de metro. Nos llevaremos las telas a granel y si tenemos alguna amistad que tenga conocimientos de costura, nos hará unos patrones, los llevamos a casa y rematamos la pieza.
Esta moda casera se va imponer. A mediados de enero ver algún transeúnte pasadas las ocho de la tarde - por la calle - ya no digo verlo tomando algo dentro de un bar... será todo un acontecimiento. En esto también ya somos...europeos. Bendita peseta !
Nos meten tanto miedo que da pavor salir. Voy comprar un barril de cerveza y tomar cañas en casa. Voy recortar este articulo y lo dejo ahora ya. No me vayan llamar derrochador de palabras.