Constitución: deber de memoria

Los que con mayor vehemencia se oponen a cualquier modificación de la Constitución española son, en buena medida, los que menos intervinieron en hacerla posible. Parece que han olvidado o que desconocen, en particular, las circunstancias que rodearon la redacción del capítulo 8º, dedicado a la estructuración del Estado en Comunidades Autónomas. 
El auténtico encaje de bolillos que fueron capaces de llevar a cabo, con innumerables presiones, los "padres de la Constitución", permitió hacer efectiva la transición a un sistema democrático, con un pluralismo político, cultural y lingüístico encomiable, aconfesional, ... a pesar de la creciente "tensión" originada por las discrepancias de quienes, desde algunos sectores nostálgicos de las fuerzas armadas, consideraban que se había ido demasiado lejos tanto en el reconocimiento de partidos como en la delegación de competencias de gobierno a las Comunidades Autónomas. 
Y, en consecuencia, la prevista "federación", sin privilegios "históricos" para Comunidad alguna, quedó en "sinfonía inacabada" en palabras del "mago" de la transición, el Presidente Adolfo Suárez. Con su dimisión, tan dolorosa como bien calculada, trató de evitar el golpe de Estado que, de todos modos, tuvo lugar. Y no resultó, por milagro, en una auténtica tragedia. 
La Constitución no sólo deberá ponerse al día serenamente -sin el acoso de los mercados que paradójicamente, increíblemente, motivó la única reforma efectuada- sino que debe aparecer como solución y no como problema, como la Carta Magna de un Estado donde quepan todos los españoles con una gran capacidad de autogobierno y unos principios comunes bien establecidos y generalmente aceptados. 
Hay que completar ahora la "sinfonía inacabada", después de 35 años con unos resultados excelentes, en lo que a la descentralización se refiere, que no deben desvirtuar cuestiones económicas relativas a la deficiente gestión de algunas Comunidades. 
Sí: mejorar y actualizar lúcidamente, cuando haga falta, la máxima referencia jurídica del Estado. 
Completar cuando sea necesario lo que tuvo que quedar inacabado. 
Hace tiempo que debía haberse hecho, pero ahora es muy urgente. 
Deber de memoria.



Dejar un comentario

captcha