¿Qué dicen ahora los fanáticos “privatizadores”? Los que han debilitado a los Estados hasta en las prestaciones de servicios públicos “por la probada eficacia del sector privado”, deberían meditar y proponer aquellas soluciones que permitan disfrutar del desempeño de la responsabilidad empresarial tanto en el sector público como privado, con las regulaciones debidas y los mecanismos que aseguren siempre transparencia y, en el caso de los servicios públicos, el control, en último término, por parte del Estado.

Iberia, una de las “marcas” de prestigio internacional de España, se halla ahora en difícil situación.

El uso es bueno. El abuso no lo es.

Observemos quiénes son hoy los principales accionistas de las otrora grandes empresas públicas… y comprobarán que, en demasiadas ocasiones, se ha producido una simple transferencia de “poder económico” del Estado a grandes consorcios multinacionales.

Y cuando llega la zozobra… se mira angustiosamente al Estado para que acuda solícito al “rescate”.

 

 

 

Lecciones que no debemos olvidar.