La jubilación de un emprendedor

Mañana jueves, día 15, el empresario Isidro González Suárez recibirá un emotivo homenaje de colegas y amigos con motivo de su jubilación tras haber sido a lo largo de toda una vida uno de los principales emprendedores de Asturias, especialmente en lo que se refiere a la constitución y desarrollo del polígono de ASIPO en el concejo de Llanera.

 

El homenaje que tendrá lugar en el curso de una comida en el restaurante Casa Lobato estará presidido por Severino García Vigón, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios y de la Cámara de Comercio de Oviedo, y contará con la presencia de compañeros en el consejo de SODIASA como Secundino Roces, Faustino Iglesias, José Luis Alonso, Manuel de Miguel Díaz etc.

 Isidro González ha estado 21 años como presidente de la Sociedad para el Desarrollo Integral de ASIPO, una compañía que ha promovido el citado polígono con sus tres fases ya construídas y a pleno funcionamiento acogiendo a medianos y pequeños empresarios que han sido capaces de ponerlo en práctica únicamente con su trabajo y tesón, salvando innumerables dificultades y sin recurrir a subvenciones públicas, siendo, por tanto, una demostración de como la iniciativa privada puede aportar riqueza y contribuir al desarrollo económico de un territorio.

 

Aunque su biografía es extensa y por tanto imposible de pormenorizar en una crónica periodística, diré que Isidro González Suárez nació en la antigua Colonia Astur de Oviedo, en pleno barrio de la Ciudad Naranco, el 14 de mayo de 1941, concretamente en el chalet Villa Cándida, propiedad de su abuelo materno, Casimiro Suárez, un importante constructor de la época.

Con 17 años obtiene casi simultáneamente el bachiller superior y el de perito mercantil y pronto comienza a ayudar a su padre, Leoncio González, en un almacen de vinos que regentaba cuyas tiendas fue asumiendo poco a poco. Su espíritu emprendedor quedó reflejado con motivo de cumplir el servicio militar en Oviedo llegando a convertirse el almacen de coloniales en el que trabajaba junto a su padre en el proveedor oficial del ejército en Oviedo.

 

A comienzos de la década de los 60 el negocio familiar dirigido por Isidro González marcha bien y el almacen de vinos se transforma en una embotelladora así como amplía el negocio con la distribución de otras bebidas.

 Isidro González siempre me ha comentado que sin el apoyo de su esposa, Ana María Alonso Montes, y de sus dos hijos, Isidro y Pablo, no hubiera podido desarrollar sus proyectos empresariales. Es precisamente el crecimiento de los mismos lo que hace quedar pequeñas las instalaciones que tenían en La Argañosa, teniendo el empresario comienzar a moverse en busca de un nuevo lugar donde expandirse. Así aprovecha la oportunidad de la Asociación Sindical de Industriales de la provincia de Oviedo (ASIPO) que adquiere a Unión Española Explosivos en Llanera los terrenos necesarios para poner en marcha un nuevo polígono al que se traslada el almacen de la familia González que ya había abandonado la actividad embotelladora.

 

Crea junto a otros industriales la Sociedad de Licores Asturianos, de la que es presidente, y en Gijón la empresa Comercial Distribuidora de Bebidas (CODIBESA) en compañía de José Mieres Costales, Aguas de Borines y Vinos Laiz aunque con el tiempo vende su participación a estas dos compañías.

Isidro González participó en todos los movimientos asociativos del sector e incluso dada su afición al mundo del vino llegó a ser redactor de la revista “La semana vinícola” durante diez años.

Fruto de su relación personal y profesional con el empresario Secundino Roces, presiente de ASIPO, surgió en 1989 SODIASA con el fin de promover un parque empresarial que dotara de empresas de servicios al polígono de ASIPO  a cuyo frente Isidro González ha estado 21 años. Además de su importante labor en los sectores de la distribución y la promoción inmobiliaria este empresario ovetense ha sido consejero de Unión Mutua de Seguros, Mapfre y ha participado en la Fundación de la Sociedad de Garantía Recíproca de Asturias (ASTURGAR) de la que es consejero.  Aunque asegura que su mayor afición es el trabajo, siempre le ha gustado viajar y conocer mundo. Además, disfruta de la lectura, del teatro, de la zarzuela y de la ópera.

Profesionalmete es un empresario de larga y fructífera vida que se jubila pero su inquieto espíritu continuará teniéndole al tanto del pulso de su querida Asturias y en especial del polígono de ASIPO en donde desde su creación ha puesto muchos ladrillos. A disfrutar la nueva etapa.



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