Una fuente municipal me informa que ayer el alcalde, siempre tan atareado, no recibió a persona alguna del equipo de Enrique Pina, el futuro inmediato responsable del Real Oviedo, que aparte de haberse solventado en principio la disolución del club a estas alturas no veo otra posibilidad que el presidente del Granada se haga con el control del club carbayón con el objetivo irrenunciable de ascender a segunda división A esta temporada para lo que en el mercado de invierno traería siete u ocho jugadores bregados de su cuadra italiana, incluso cambiando al entrenador, para intentar hacer una espectacular segunda vuelta que le conduzca al ascenso. Si estuvieron ayer en Oviedo, alguno en el propio ayuntamiento, y entrevistándose con consejeros del club, dos asesores de confianza de Enrique Pina preparando la compra de acciones que podría rondar los 300.000 euros y que harían en el último minuto. El plazo se cierra el sábado. Por cierto, a ver si para entonces llegan los 100.000 euros que el Real Madrid prometió al concejal de Deportes Jorge Menéndez Vallina. Si estuvo en las oficinas del club el gran Enrique Castro Quini a quien algunos extremistas de la afición sportinguista han puesto a caer de un burro al deducir que “el brujo” ha comprado acciones del Real Oviedo. No lo se pero si así fuera me parece un gesto de gran asturiano y deportista que para aldeanos ya tenemos bastantes en el Principado.
Precisamente ayer otro club de fútbol histórico ha desaparecido, incapaz sus dirigentes y afición de solventar la deuda económica. Un club que como el Real Oviedo tenía más de 80 años de antigüedad. Me refiero al Palencia. Hace muchos años, allá por los 80, siendo cronista deportivo de Hoja del Lunes, acudí a Palencia a ver un partido del Real Oviedo, aquella temporada en que estábamos en segunda B siendo presidente Daniel García Yague. Me acuerdo que pasamos un domingo fenomenal en la ciudad castellana. Entonces eran cronistas deportivos Julio Alvarez“Don Mendo”, que retransmitió el encuentro en directo para Radio Oviedo, Ricardo Vázquez-Prada, Aquilino Iglesias Cuesta y Julio Puente. Menuda delantera del periodismo asturiano les estoy citando. Por aquel tiempo Gonzalo “el rey del irlandés” era la mano derecha del presidente que junto con Enrique Rubio Sañudo fue de los más atípicos que tuvo el club en su ya larga historia pero que soltaba la grava sin rechistar cuando era necesario. Salvada la causa de disolución el futuro inmediato del Real Oviedo no es fácil, ni con Pina ni sin Pina, ya que para respirar con cierta tranquilidad se necesitan a corto medio plazo cuatro millones de euros. En todo caso, la labor de Toni Fidalgo y su equipo es de lo más meritoria. Se nota que el avilesino es un periodista deportivo de raza y ahora, cuando deje el club en manos del accionista mayoritario, supongo que será el citado Enrique Pina, saldrá del Carlos Tartiere por la puerta grande