La escasez de líderes, especialmente en Occidente, es apabullante. Sólo el Presidente Obama podría recomponer los EEUU que la Tierra entera necesita para la gran inflexión histórica que se avecina.
El ex Presidente de Portugal, D. Mario Soares, es uno de los pocos actores políticos de altísimo rango de los años clave de la reconducción democrática europea y global que sigue, en su torre de vigía, inspirando cambios basados en su enorme experiencia y valores éticos. Hace unas semanas escribió una "Carta abierta a Barack Obama" en la que le presentaba los mejores augurios para la renovación de su mandato: “Si les es devuelto el poder a los rivales republicanos las consecuencias serían mucho peores que las del mandato de Bush Junior. No pueden tener éxito. Esto no es una simple elección, es el futuro de Occidente y del mundo".
En varias ocasiones he escrito en "mi blog" destacando la "soledad" de Obama en la gobernación global ("Por fin, el desarme", 9.10.09; "Sin un sólo voto republicano", 5.04.10; "El Presidente Obama mueve fichas". Europa retrocede", 7.02.12; "Hollande y Obama, podría ser...", 7.05.12)... Y es que, a pesar del inmenso poder (militar, mediático, financiero, energético) concentrado en prohombres del Partido Republicano, Obama ha logrado hacer realidad uno de los sueños, desde Harry Truman, de los presidente demócratas de los EE.UU: la atención médica (Medicare) para todos los norteamericanos (unos 40 millones no podían acceder a servicios sanitarios a través de compañías aseguradoras). Aunque parezca inverosímil, Mitt Romney ha declarado que revocaría esta Ley de inmediato!... y muchos norteamericanos, acostumbrados a no mirar más allá de sus intereses, no dejarán por esto de votarle. Olvidan que fueron presidentes del Partido Republicano los que abandonaron las Naciones Unidas y las sustituyeron por grupos oligárquicos (G7, G8, G20); y que no suscribieron la Convención de los Derechos del Niño en 1989; ni el Tribunal Penal Internacional; ni la Ley del Mar; ... y quienes decidieron la invasión de Irak, basada en mentiras, con millones de desplazados y miles de muertos y mutilados.
Algunos contrariados, como Jonathan Shell ("El País", 28.10.12) opinan que "el Obama de 2008 no volverá. Se ha ido para siempre". Yo creo que hábilmente "se ha ido" cuando era conveniente frente al inclemente acoso republicano pero "ha aparecido" cuando las circunstancias lo requerían. A pesar de la inmensa fuerza de los medios de comunicación favorables a los republicanos, Obama sigue siendo el preferido de los más jóvenes y los más humildes y vulnerables. Especialmente de los inmigrantes, a los que ha aplicado una política profundamente humana, y a los que Romney ha tratado tan despectivamente.
Sin duda, Obama seguirá con una política de creación de empleo con los incentivos de la FED que tan buen resultado le han dado hasta el momento. Y regulará la posesión de armas, al tiempo que ponderará la política energética, cuidando del medio ambiente con el especial cuidado que corresponde al país más poderoso, todavía, de la Tierra. Durante años, la Fundación de Exxon Mobile y otras petroleras, engañó al mundo sobre el cambio climático (ver "The Truth of the Denial" en Newsweek, 13 de agosto de 2007).
Las sabias decisiones ya adoptadas por Obama para moderar el inmenso gasto militar se han visto seriamente atacadas por los "halcones" de los EE.UU. -Instituto Americano de Empresas, la Fundación Heritage y la Iniciativa de Política Exterior- con la declaración conjunta "Defending Defense" del pasado mes de junio (Blog de Jim Lobe en http://www.lobelog.com). No hay que olvidar que la mayor parte de los 4.000 millones de dólares al día en gastos militares y en armas -lo que constituye un auténtico escándalo cuando simultáneamente se produce un genocidio silencioso de 60 a 70.000 personas muriendo de hambre- proceden de los EE.UU.
Paul Ryan es todavía más radical de Romney, y ambos conocen bien con su óptica, los EE.UU. Pero su conocimiento del mundo es peligrosamente escaso. Las relaciones con Europa se resentirían y las inadmisibles ambiciones de Israel en relación a Irán podrían convertirse en realidad. Irán tiene demasiadas reservas de petróleo (no olvidar a este respecto que el crudo iraquí ya está en buena medida en manos de las grandes corporaciones petroleras de los EE.UU.)
El imperio empresarial mormón -con activos por valor de 30.000 millones de dólares (según Informe Semanal de Política Exterior, 23.07.12) debería -como los similares- incrementar su acción social tan precaria actualmente.
A pesar de la burbuja inmobiliaria, de los préstamos "hedge funds", de la depresión financiera de 2008... Obama ha conseguido hacer frente a la severidad de la recesión con estímulos que han sido capaces de iniciar la recuperación que tan apreciada ha sido por parte del electorado.
La Administración norteamericana actual ha sabido tener en cuenta un nuevo modelo laboral, con cambios profundos en la propia naturaleza del trabajo (por la deslocalización y automatización informática) y de los trabajadores. Todo ello muestra a Europa que la solución no está en una austeridad que procura únicamente compensar a las instituciones financieras, debilitando a la clase media y desmantelando los sistemas de protección social, con tantos esfuerzos alcanzados.
"Firmeza y moderación" son las cualidades que la Opinión del periódico "El País" (15.09.12) atribuye a Barack Obama. En lugar de alzarla, como era habitual en las políticas hegemónicas de los EE.UU. Obama ha tendido la mano. Con cuatro años más, en momentos de posibilidades del poder ciudadano inexistentes hasta ahora, el Presidente de Norteamérica podría iniciar la puesta en práctica de una democracia genuina a escala mundial. Una "globalización" basada exactamente en lo contrario que la de su antecesor Reagan: principios éticos; multilateralismo; concertación; cooperación. En este caso, "el sueño norteamericano" sería también el sueño del mundo.
El Presidente Obama en un segundo mandato podría hacer muchas cosas que la humanidad anhela y él ha dejado ya entrever: refundación del Sistema de las Naciones Unidas; paz en el conflicto palestino-israelí; desarrollo sostenible, cambiando la explotación de los países más pobres por la cooperación internacional; amigable actitud en las relaciones con la Federación Rusa, Turquía y la India; acercamiento y diálogo con los pueblos musulmanes; contrapeso amigable de China... para el "nuevo comienzo", la nueva era que anunció a los pocos meses de su primer mandato.
Si Obama es reelegido, con Hollande en Europa; con mandatarios muy eficaces en América Latina; con una disposición a volcarse en la ayuda -¡tan merecida!- hacia África... los actuales horizontes sombríos se esclarecerían.
Ojalá se cumplan los deseos de una mayoría de ciudadanos norteamericanos y de la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo.
Podríamos entonces desprendernos definitivamente de las últimas adherencias del sistema que todavía atenaza a Europa e iniciar una nueva era en que se cumpliera -no me canso de repetirlo, porque sueño en ello- el formidable preludio de la Carta de las Naciones Unidas: "Nosotros los pueblos..." Todos los seres humanos, con igual dignidad, dueños de su destino. El mundo en cuya primera línea figuraría un Presidente de los EE.UU de raza negra. ¡Qué prodigio!