Asturias, víctima de gobiernos incompetentes

Cuando la gente me para por la calle para decirme “tenías razón en el escándalo de la Fundación Niemeyer” o “acertaste al vaticinar hace tres años el fiasco de CajAstur”, siempre les contesto “sí, pero no basta con lamentarnos de la leche derramada. Hay que evitar que se repitan los mismos comportamientos”. La primera recomendación para evitar situaciones que desembocan en daños y perjuicios para todos, es no dejarse engañar. Todo el mundo sabía en el entorno de la Fundación Niemeyer la forma desvergonzada de sus gestores en el manejo del dinero público, con el consentimiento de los gobiernos socialistas de Areces y del ayuntamiento de Avilés, pero algunos progresistas preferían mirar para otro lado. Cualquier analista prudente podía prever lo que sucedería en CajAstur desde la desastrosa operación de compra de Caja Castilla La Mancha y la cadena de despropósitos posteriores. Pero la propaganda dominante, bien alimentada con publicidad interesada, se impuso durante tres años mientras se iban quedando sin crédito las empresas asturianas, hasta que desembocó en la dura realidad de las reducciones de plantilla y de salarios a la totalidad de la plantilla. Se veía venir, y vino.

Ahora los asturianos nos enfrentamos a la dramática escalada de desempleo que supera todos los records anteriores. ¿Es pura casualidad o es una fatal coincidencia? Ni casualidad ni fatalismo. Es la consecuencia de la cadena de decisiones negativas que condenan a Asturias a seguir ahondando su decadencia. Si comenzamos el repaso por orden cronológico, en enero de este año el gobierno de Rajoy puso en marcha la liquidación del sector de la minería del carbón que ahora se remata con el anuncio del cierre de HUNOSA, y ‘eliminó’ los fondos mineros previstos para paliar los efectos de la reconversión en las comarcas mineras.

Simultáneamente, Rajoy recortó la dotación de la Autovía del Cantábrico en Asturias, y dejó sin presupuesto la Autovía del Suroccidente y la Variante de  Pajares, mientras aceleró las obras de la Autovía del Cantábrico o del AVE en Galicia. Frenada políticamente la obra pública, las empresas del sector de la obra civil quedaron sin tajo en Asturias, y se ven obligadas a desplazar sus plantillas a las regiones vecinas. Para remate, el rechazo en enero del Presupuesto del Principado por parte del PP y del PSOE, dejó sin cobertura a las obras públicas regionales lo que, unido a las que se quedaron sin los  ‘fondos mineros’ eliminados por Rajoy, acentuó el parón total y absoluto del  sector de la construcción, que es una de las locomotoras de nuestra economía regional.

Si la economía necesita confianza, la certeza es un elemento clave. Por eso, la incertidumbre que, tanto Zapatero en 2011 como luego Rajoy en 2012, crearon sobre la renovación de una tarifa eléctrica competitiva para nuestras grandes empresas del acero, del aluminio y del zinc, provocó una desconfianza muy negativa que desembocó en una crisis de la industria española y asturiana, inmersas en un proceso de deslocalización difícil de  invertir. Las incertidumbres en el sector de los astilleros también continúan por falta de primas a la construcción naval.

La acción combinada de las decisiones del gobierno de Rajoy en Madrid y de Javier Fernández en el Principado sobre los servicios esenciales de la educación, la sanidad, el bienestar social y la función pública, sometidas en Asturias a mayores recortes que en otras regiones, está medida con precisión en la EPA: 2.700  puestos de trabajo perdidos. No se necesitan más explicaciones, salvo que afectan a la calidad de servicios esenciales para los ciudadanos, mientras el gobierno socialista en Asturias y el gobierno popular en Madrid protegen los empleos en otros sectores que no son ni esenciales ni eficientes, como el de los popularmente conocidos como ‘chiringuitos’.

Javier Fernández también canceló la esperanza del programa de ‘Salario joven’ puesto en marcha por el gobierno de FORO, que dio la primera oportunidad de empleo a casi 1.000 jóvenes asturianos. Otro sumando nada desdeñable en la cuenta del paro asturiano que afecta al sector de la población más desfavorecido porque nunca había cotizado para tener cobertura de desempleo.

Todas estas crisis, más la tremenda subida del IVA, se han ido trasladando este año 2012 a la caída del consumo, que acabó haciendo embarrancar otra de las locomotoras de nuestra economía como es el comercio de Asturias que sufre una alarmante falta de clientes en los diferentes establecimientos de la región.

Por tanto, no hay que buscar una causa aislada, sino una cadena perfectamente entrelazada de causas y efectos que explican el récord de paro en Asturias, y  que también nos ponen en la pista del camino de la recuperación. Tras dejar socialistas y populares en enero sin presupuesto el Principado, los gobiernos del PP en Madrid y del PSOE en Asturias se cargaron la minería, paralizaron las obras públicas, desestabilizaron nuestra industria metalúrgica y naval, se repartieron la autoría de unos recortes drásticos en los servicios esenciales, eliminaron el ‘Salario Joven’, hundieron el consumo y en octubre Javier  Fernández no tuvo más opción que acudir al rescate.

¿A quién puede extrañar que este mismo año se haya desbocado el paro en Asturias? ¿Se necesitan mayores explicaciones sobre las causas de nuestro dramático récord de personas desempleadas precisamente en 2012? Si queremos salir de esta dramática situación, no nos quedemos en los lamentos. Identifiquemos las causas y a sus responsables. No es verdad que en Asturias y en España se esté  haciendo la única política posible. La política que se está haciendo en contra de los intereses de los ciudadanos, no es gracias a nuestros votos. Pero hacen falta muchos más. Ojalá que los asturianos hagan propósito de enmienda para no repetir el camino equivocado.

 

* Diputado regional y presidente de Foro Asturias



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