Así no vamos a ningún lado. Al final da igual que se reúna la Real Academia de la Historia, que los jurados de los Premios Príncipe de Asturias, la Real Academia de la Lengua, la Federación Internacional de Fútbol o la de Baloncesto, el Fondo Monetario Internacional o la cúpula del partido que sacó adelante la Ley de Igualdad y es adalid de la paridad. No verás más que paisanos, hombrones, y, si acaso, una o dos mujeres (cielos, estamos en el siglo XXI)
Y al final, las únicas que dimiten (o se las cargan con el clásico “no te digo que te vistas, pero ahí te pongo la ropa”) son mujeres también. Los caretos de Carme Chacón renunciando a la carrera presidencial y de Paloma Sainz renunciando a la alcaldía de Oviedo, hablan por si solos: está claro que ellas tenían otros planes, pero donde hay patrón (barón, varón) las decisiones se toman por coyones y el machismo impera. Hala, niñas, a casina que ya estuvo bien de fiesta.
La fe es no creer lo que se ve.
20 comentarios
# Jenaro Responder
03/01/2012 21:00La felicidad, la satisfacción de uno mismo, la alegría por conseguir los objetivos... están en función de la subjetividad de cada uno. Dicen que los tontos son felices, los más perfeccionistas, los más conscientes...se exigen más y están más insatisfechos
# FELI Responder
03/01/2012 21:13Tal como va nuestra sociedad de consumo, la felicidad no va en función de la coherencia, si no en los intereses de los Torpes, que son bastante listos para marcarle los objetivos a las masas de consumidores. Esta felicidad es efímera y no es auténtica.
# Lobo Responder
03/01/2012 21:43Con estos tipos de habitantes del reino del júbilo, la felicidad, como la propone el guardián de la coherencia, está muy comprometida. Poner individualmente en coherencia pensamientos, emociones y acciones es una tarea harto difícil Cuántos lo logran?
# José Ángel Caperán Responder
04/01/2012 16:20Veo que no tenemos claro el concepto de felicidad. Ésta es sinónimo equilibrio o, en términos religisos "armonía" y para ello es necesario que el sentir, pensar y el hacer tengan el mismo signo positivo.No conformarnos con medias tintas.Se puede entrenar.
# Jesús Responder
04/01/2012 20:29Como dice Jenaro, la felicidad es muy subjetiva: uno puede ser feliz de alcanzar el objetivo de matar a otro. El guardián exige la coherencia de no poder ser feliz con la infelicidad ajena. En Navidades, siempre hay alguien cerca, que pasa necesidades.
# Casadielle Responder
04/01/2012 20:53Si la una gran mayoría fuese feliz, no se darían las las grandes diferencias sociales que ocasionan las grandes injusticias sociales ¿competitividad o solidaridad? Pocos se van a congregaciones religiosas u ONG's a remediar las necesidades de los parias
# basal Responder
05/01/2012 02:27Se me ocurre que falta una categoría, la de los ballena. Uno por cada muchos congéneres. Son inteligentes, nobles, buenos, esponjosos, inductivos, humorados, distintos y cercanos. , Pero como son pocos...allá ellos.
# José Ángel Caperán Responder
05/01/2012 13:02Todos los ejemplos que me ponéis no son más que sucedáneos de felicidad, no confundamos la tranquilidad con la felicidad. Como defensa podemos decir que somos felices pero quizá estemos conformándonos simplemente. Quien me hace feliz es feliz, muy simple.
# Pescador Responder
05/01/2012 13:55A ti quién te hace feliz, Caperán. Salvo en los enamoramientos, la felicidad no es recíproca y sí egocéntrica. Y al amador sólo le importa el amado. La felicidad de la que hablamos no es auténtica y no dura más que un orgasmillo.La FELICIDAD es sólo para
# Reburdiano Responder
06/01/2012 12:50Os parece buena la definición que divulga Punset, que dice que la felicidad es la ausencia de miedo y que la felicidad está en la antesala de la felicidad.
# Pescador Responder
06/01/2012 14:14Me parece buena la definición de Punset, pero no es la la felicidad de la coherencia del guardián. Alcanzarla es llegar a un estado superior de entrega y servicio a los demás. Todos somos torpes, los insatisfechos, los inseguros, los interesados...
# José Ángel Caperán Responder
07/01/2012 15:07Para mí, y por lo que me entreno a mí mismo y a otros, la felicidad es exactamente eso Pescador: la sensación de plenitud a nivel de emociones, pensamientos y acciones. No se trata de ser un iluminado, se trata de lograr la coherencia con uno mismo.
# Pescador Responder
07/01/2012 20:38Caperán: no serás un iluminado, pero iluminas a los demás. Te entregas cuando les prestas un servicio para alcanzar sus objetivos. Tu felicidad, tu satisfacción, tu plenitud, puede ser por tu coherencia. No todos los servicios hacen tan FELICES como a ti
# Ramón Responder
08/01/2012 22:02En qué se diferencian los sucedáneos de la felicidad para no conformarse con medias tintas. Uno puede ser coherente y no ser feliz, uno puede ser incoherente y sentirse bien, depende de lo que uno se exija, a unos les basta con un 5 y otros quieren + de10
# José Ángel Caperán Responder
09/01/2012 13:31Gracias Ramón, si uno ha tenido una vida decepcionante puede que su intención sólo sea no decepcionarse más. Sin embargo que uno escriba en su planteamiento de objetivos la palabra NO ya estamos viviendo en negativo, sin dolor pero tampoco sin placer.
# Roberto Responder
11/01/2012 10:06Hay quien se entrena para repartir hostias y eso le tiene que hacer tan feliz como el que se entrena en jugar al tenis, por ejemplo. Y ahí están. Todo depende de para qué nos han entrenado. ¿Qué felicidad vale más?
# José Ángel Caperán Responder
12/01/2012 16:36Gracias Roberto, si se consigue el objetivo (ganar combates o ganar partidos) y el resultado satisface nuestro esfuerzo perfecto. Pero me hará feliz si a largo plazo ese resultado supone un valor para mi gente. Si no será un simple subidón a corto plazo.
# Roberto Responder
12/01/2012 21:01Repartir hostias es matar, amedrentar, coaccionar... como hacen los matones, no los deportistas de combate. Una cosa es matar en un acaloramiento y otra ser un mercenario. Bien por los deportistas, mal por los esbirros, los sicarios, los asaltantes...
# Javier Responder
13/01/2012 13:34También incorporar a los maderos, cuerpos represivos del Estado, a todos los militares, aunque eufemísticamente se diga que sólo actúan en misiones de paz y no sirven para acabar con la delincuencia. Para la paz ya están las Ong's, médicos, bomberos...
# Merce Responder
23/04/2012 14:10No creo que me condenara por torpe, pero la felicidad impuesta no me parece justa. Escucho, actúo (posiblemente es lo que hago peor) y no soy capaz de ser feliz si eso causa infelicidad a otros. Pero acepto deseos de los demás para hacerlos felices y yo?