Los meteorólogos no fallan y el día se muestra desapacible. Lo siento por la imagen de Oviedo y de Asturias cara a la entrega de los premios Príncipe de Asturias. Escucho por Radio Nacional, que hace su programa desde el aula magna en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, decir banalidades al presidente del Principado Javier Fernández. Se le nota su timidez fotofóbica. Lamentablemente nos hemos levantado con 105.900 parados en el registro, batiendo un triste record. ¿A donde va a llegar nuestra querida comunidad autónoma?. Quien si se dió ayer pisto fue el denostado presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, chupando cámara al lado de los Príncipes de Asturias en el concierto al que asistieron en el auditorio. Menos mal que se acuerda que Oviedo es la capital de Asturias y que ésta está más al norte que Madrid. Leo también unas preocupantes declaraciones de la presidenta de Nuevo Futuro Asturias, Ana Alvarez Escudero, anunciando que este año, pro vez primera, no habrá rastrillo y que la actividad de la citada ong, atendiendo a niños en situaciones difíciles, va a desaparecer ante el incumplimiento del Principado en cuanto a subvenciones. Bueno, ahora que le han quitado el coche oficial al senador Vicente Alvarez Areces a lo mejor la consejera de lo social Esther García puede ponerse al día en los pagos a Nuevo Futuro
Pero a lo que iba, un año más el 26 de cada octubre acudo a Lada para reunirme con dos buenos amigos, Rufino Roces, ex presidente de la Sociedad de Festejos de San Pedro y ex vicepresidente de la Fundación Marino Gutiérrez, y Antonio Fernández Velasco. Tonin para los amigos. El motivo es celebrar año tras año su cumpleaños, el de Tonín, que en el caso de hoy son ni más ni menos que 92.
Tonín es un felguerino peculiar y que durante toda su vida laboral fue uno de los grandes técnicos que tuvo Duro Felguera, primero, y ENSIDESA después, cuando la empresa daba trabajo en Asturias, concretamente en Langreo, y era el orgullo de sus gentes. Ha sido, y es, una persona de siempre muy comprometida con las actividades culturales y sociales de la zona, con un espíritu crítico e independiente verdaderamente encomiable y que, como todos, ahora lamenta la situación por la que está pasando el concejo sin alternativa de futuro para la gente joven, con unas cuencas mineras que registran más de un 50 por ciento del paro juvenil.
Antonio Fernández Velasco, un langreano ejemplar, fue concejal por el tercio familiar cuando Alfonso Argüelles Eguibar, médico y primer director de los servicios sanitarios de HUNOSA era alcalde de Langreo, era alcalde. Tonin fue un concejal reivindicativo, sin pelos en la lengua, lo que le provocó algún que otro disgusto en aquellos años nada fáciles políticamente. Luchó mucho no solo contra la fusión de los eternos rivales de fútbol, el Círculo Popular de la Felguera y el Langreano de Sama, lo que no logró evitar aunque, como el mismo dice, la pasión por el fútbol local decayó mucho en la zona a raíz de la misma, y también fue un promotor e impulsor de las escuelas rurales tan necesarias en un concejo de las características del de Langreo. Tonin llegó incluso a ir a los plenos municipales acompañado de un notario para que diera constancia de que el alcalde no le concedía nunca la palabra. Tras la transición democrática continuó de concejal con el también felguerino Antonio García Lago como alcalde. En aquellos años la UCD de Adolfo Suárez le tentó para enrolarse en sus filas pero a estas alturas Tonín ya estaba cansado y desencantado de la política. Antonio Fernández Velasco hizo una gran labor cultural durante unos años como presidente de la Sociedad de Festejos de San Pedro, fomentando la amistad y los contactos con primeros espadas de nuestra cultura, caso de Emilio Alarcos -fue un gran amigo suyo-, de Cachero, Clavería, García Pavón, etc. Su pasión secreta es la zarzuela y hoy, con sus 92 años recién estrenados, y en buena forma, continúa siendo directivo de la Sociedad Coral de La Felguera, una excelente agrupación musical fundada en 1925. Cada año que cumple invita a sus cuarenta miembros a una merienda para celebrarlo. Entre tanto él, Rufino Roces y el que escribe recordamos los buenos tiempos en Casa Adela. Eso sí, Tonín nunca se olvida en la conversación de su esposa, Neri García Roza, con la que se casó en 1950 y a la que dedica más de un piropo. Lo dicho, Antonio Fernández Velasco, toda una institución en el valle del Nalón, sigue en plena forma hoy que cumple 92 años. Felicidades.