De momento finalizó la batalla socialista en Siero, el cuarto concejo en población de Asturias, siendo reelegido Roberto Morís quien derrotó por algo más de 50 votos a su oponente Guillermo Martínez, ex alcalde del concejo y actual consejero de Administraciones del Principado de Asturias, persona de absoluta confianza de Javier Fernández y al que no hay perder de vista como probable sucesor suyo al frente de la FSA cuando vuelva a haber elecciones dentro de cuatro años.
El resultado, no cabe duda, es un varapalo a la dirección regional del PSOE cuyo capitán en este terreno es el secretario de organización Jesús Gutierrez. El pobre no sabía donde meterse este fin de semana pero, bueno, ahí estuvo dando la cara apoyando por un lado a Guillermo Martínez y felicitando por otro a Roberto Morís, persona joven, tiene 30 años, y muy apreciada en el concejo.
Claro que, como no me canso de repetir, quien llevó la campaña en la sombra de Guillermo Martínez es uno de los brujos más cualificados de la FSA, desde hace unos años disfrutando del júbilo de la jubilación en su finca de Hevia. Me refiero a José Antonio García Casal “Piti” a quien yo creo que esta batalla ya le ha cogido un poco mayor. Habrá que estar ahora atentos a los resultados que se produzcan en otras agrupaciones locales.
Políticamente el siguiente plato que hay que cocinar, aunque yo creo que ya está precocinado, es el congreso regional del Partido Popular y en el que la hoy dedocrática presidenta Mercedes Fernández será elegida democráticamente presidenta del PP asturiano para cuatro años.
A la línea oficialista solo se le resiste la agrupación de Gijón donde Pilar Fernández Pardo no puede ver ni en pintura a Mercedes Fernández, de ahí que haya convencido a uno de sus principales colaboradores, Manuel Pecharromán, de que se presente como oponente a Cherines. No tiene nada que hacer -las órdenes de Génova son tajantes- pero incordiar si que incordia su postura al aparato oficial cuya correa de transmisión con Madrid, o Madrid con Asturias, además de Mercedes Fernández sigue siendo Ovidio Sánchez, que aunque diputado elegido por los asturianos, se nos ha hecho como Gaspar Llamazares vecino de la capital de España donde hay más oportunidades ahora que su carrera política se va agotando. Bueno, si el aparato conservador ha sido capaz de colocar a Ramón García-Cañal como gerente de Tragsa en Asturias, ¿Como no va a poder emplear al brillante abogado lavianés en alguno de los chiringuitos madrileños?.
Más de un afiliado de Gijón me cuenta estos días lo que califican de último chascarrillo de Gabino de Lorenzo: “No para de decir a quien quiere escucharle que él solo tuvo tres equivocaciones como responsable del PP: Isabel Pérez Espinosa, Mercedes Fernández y Agustín Iglesias Caunedo“. Veo que no conocen bien al delegado del Gobierno a quien la junta directiva de Tintorerías Artesanas de Oviedo va a invitar el próximo 5 de noviembre a que glose la figura de la escritora y periodista María Teresa Alvarez, premio “percha de oro” de dicha agrupación empresarial y que le será entregado en el curso de una cena de gala en la plaza de Trascorrales.
En todo caso los populares asturianos esperan que el gran jefe, o sea, Mariano Rajoy acuda a Asturias a la clausura del congreso, que no queden solos con la presencia de María Dolores de Cospedal. Si hoy gana en Galícia seguro que el registrador de la propiedad vendrá a dar el pleno espaldarazo a la abogada gijonesa, hoy vecina de Oviedo. De lo contrario las tareas del rescate le tendrán más que ocupado. Nunca pintó mucho Asturias para la derecha española, la verdad.