Dentro de algunas horas se conocerá el resultado de las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia. Consultas que se celebran sin haberse agotado los periodos de legislatura y convocadas en función de estrategias diferentes.
En Euskadi su lendakari, Patxi López, se vio obligado por el cerco de Bildu y de toda la izquierda aberzale con la complicidad del PNV. En malos momentos rompió con Basagoiti y ahora mismo,con los previsibles malos resultados del PSE, va a facilitar el protagonismo de Bildu, con lo cual de inmediato se va a abrir, en Euskadi y en el resto de España, un nuevo foco de máxima tensión.
Los independistas, incluido Urkullu, ya han declarado que tienen prisa y es muy probable que al contar con suficiente mayoría se lancen, no ya a convocar un referéndum sino a proclamar, en el Parlamento de Vitoria, una declaración unilateral de independencia. Podrían muy bien superar los desafíos de Artur Mas.
Conviene recordar que a este extremo se ha llegado por una resolución del Tribunal Constitucional que otorgó “presunción de constitucionalidad” a las tapaderas de ETA, cuando está constatado que sigue hostigando en la mayor impunidad. Quien tenga dudas que llame al cuartel de la Guardia Civil en Alsasua. Ni su fiesta les dejaron celebrar.
La estrategia para acabar con ETA ha estado basada en tres puntos: eficacia policial, colaboración con Francia y normativa legal para una persecución ajustada a derecho. Los dos primeros instrumentos han demostrado su eficacia, pero el tercero, el más fácil, ha fallado.
Muchas dudas surgen sobre si el Gobierno habrá tomado nota de las carencias legales para reprimir los disfraces democráticos. Se podrá comprobar si responde eficazmente, utilizando el imperio de la ley, sin interpretaciones viciosas, a los planes independistas de Artur Mas.y a los desplantes de la Generalidat, como la estúpida arenga a la policía autonómica catalana incitándoles a no reconocer la legalidad constitucional. Si este es el comportamiento de ahora, habrá que ver a que cotas llegan CIU y compañeros de viaje, cuando se aproxime el 25 N.
Distinta perspectiva ofrece el resultado que se obtenga en Galicia. Si Feijoo alcanza mayoría suficiente, habrá una sensación de respiro, de gobernabilidad, mas allá de los límites autonómicos. Por el contrario una fragmentación de los votos, abrirá el camino de la crispación, de los pactos y las perversiones de los grupos de alquiler, de los “bisagras”,capaces de alterar el sentido de la mayoría a cambio de una parcela de poder de alcance más o menos chantajista. Una ocasión para reivindicar la reforma de la Ley Electoral.
Una cuestión común en los dos procesos electorales, vasco y gallego, es el hundimiento pronosticado del PSOE en las respectivas franquicias autonómicas. Es lamentable que Patxi López termine su mandato abandonando los principios de la izquierda moderna, solidaria, y se haya lanzado al seguidísmo tardío del nacionalismo. El mismo triste papel ha hecho Francisco Vázquez , a pesar de la compañía de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Es deseable y posible que los anunciados malos resultados del PSOE, en el País Vasco y Galicia, de confirmarse, insten al partido socialista a recuperar sus valores de origen, de partido nacional, su españolidad, y renegar de alianzas con soberanistas. De cara a los próximos acontecimientos hace falta un nuevo PSOE que junto al PP impidan la confrontación y frenen a los aprendices de brujo.