De acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Estatuto General y el Código Deontológico de la Abogacía Española, el Abogado es el profesional, Licenciado en Derecho, que ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procedimientos, amén de impartir consejo y asesoramiento jurídico.
A pesar de que no existe reconocimiento constitucional expreso a nuestra labor, a diferencia de lo que sucede con los miembros del poder judicial ex Título VI de la Constitución de 1978, la función de cooperación con la Administración de Justicia que desempeñamos encuentra fundamento en el artículo 24.2 de la misma al reconocer el derecho de todo ciudadano a ser defendido y asistido por letrado.
Se trata, pues, de un servicio clave en un Estado de Derecho y absolutamente imprescindible en la defensa de la libertad, de la verdad y del bien común, máxime si pensamos en la labor desempeñada en la denominada Justicia gratuita, que lo es, hasta ahora al menos, a nuestra costa.
Sobre esta exposición, el Abogado como profesional independiente, ha de encontrar amparo, apoyo y colaboración en su trabajo del Colegio de Abogados al que pertenezca puesto que, no lo olvidemos, en muchas ocasiones reproducimos la lucha de David frente al Goliat de la administración burocratizada. Y este soporte no ha venido funcionando demasiado bien...
Por lo que se refiere a Asturias, existiendo dos Colegios de Abogados, Oviedo y Gijón, se han convocado elecciones para el primero de ellos, que se celebrarán el día 8 de junio de 2011. Parece que por vez primera se han presentado cinco candidaturas, teniendo el firmante el honor de encabezar una de ellas, surgida de unos Abogados que compartimos inquietudes y que pensamos que, hasta ahora, esa función que el Colegio ha de rendir, no la ha cumplido a satisfacción.
No dudando acerca de la buena fe e intenciones de nuestros rivales ( que no adversarios) en la presentación de objetivos y programas, yo quiero exponer telegráficamente los que constituyen las bases de nuestra propuesta y que,simple y llanamente son:
-Creación de la institución del Defensor del Abogado, para afrontar oficialmente los problemas que individualmente podamos encontrar en nuestra relación con la Administración en general y la de Justicia en particular.
-Dignificación de la profesión a nivel colegial (reconocimiento a los 25 y 50 años de ejercicio profesional ) y social.
-Negociar con la Administración Pública Autonómica resultante de las elecciones el establecimiento de la asistencia sanitaria pública de los Abogados asturianos.
--Conseguir la accesibilidad y la eficacia del Colegio (cumplimiento eficiente de Turno de Oficio, establecimiento de turno penitenciario) como apoyo del trabajo del colegiado, fundamentalmente mediante las nuevas tecnologías ( Bases de datos; Confirminet; optimización de la página Web...).
El lograr un Colegio con peso institucional y social REAL necesariamente redundará en un beneficio para los Abogados, la Administración de Justicia, los ciudadanos y, en definitiva, para la sociedad.
*
Abogado
Candidato a Decano del I.Colegio de
Abogados de Oviedo