Ayer a última hora saltó a la actualidad una importante y positiva noticia relacionada con unade nuestras empresas más emblemáticas, el Grupo TSK, ubicado en Gijón y cuyo presidente y consejero delegado es Sabino García Vallina.
Y es que la la Autoridad Marroquí para la energía solar (MASEN) anunció de manera oficial que se adjudicaba el concurso internacional convocado por Marruecos a finales del 2010 para la construcción de una de las mayores centrales solares termoeléctricas del mundo a un consorcio formado por la compañía saudí ACWA POWER y las españolas Acciona junto con las ingenierías la asturiana TSK Electrónica y Electricidad Aries Ingeniería y Sistemas.
Un proyecto cuyas obras en su primera fase darán comienzo en el próximo mes de diciembre y cuyo presupuesto supera los 750 millones de euros. Este consorcio en el que la citada compañía asturiana ocupa un papel muy importante resultó el elegido entre 19 ofertas presentadas por los principales grupos internacionales en esta especialidad. Es el primero de un ambicioso plan de desarrollo solar que el gobierno de Marruecos ha diseñado en la región de Quarzazate al sur del páis, a las puertas del desierto del Sahara, y que cuenta con una financiación liderada por el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Africano.
El Grupo TSK, con una plantilla del orden de 700 empleados, está presente en 23 países, siendo en su especialidad la primera ingeniería de España. En su momento supo buscar mercados en el extranjero ante la atonía del mercado nacional y el éxito de esa iniciativa le ha permitido tener un crecimiento sostenido en los últimos años de tal manera que con esta adjudicación la cartera de proyectos de la ingeniería asturiana se sitúa cercana a los 1.000 millones de euros.
El Grupo TSK no ha perdido nunca su sentido asturiano, como empresa nacida aquí y de capital exclusivamente regional, habiendo construido un edificio de servicios como sede central en el Parque Tecnológico de Gijón, corazón y cerebro de la compañía, desde donde además de plasmar los proyectos internacionales de ingeniería a los que se está haciendo acreedora, desarrolla también una importante labor en I+D así como formación de especialistas en colaboración con la Universidad de Oviedo y el Principado de Asturias.
No hay que ser expertos en la materia para deducir la importancia que una compañía como esta tiene para el desarrollo de nuestra comunidad autónoma en unos momentos nada favorables para la misma y en donde muchas de nuestras industrias se ven abocadas al cierre o a la deslocalización.
De ahí que considere la adjudicación anunciada ayer por Marruecos muy importante para Asturias representada por el Grupo TSK. Este proyecto se une al que recientemente también adjudicó el mismo cliente saudí ACWA al Grupo TSK en Sudáfrica, una planta solar termoeléctrica de 50 MW por un importe de 300 millones de euros que unidos a la central térmica de ciclo combinado que TSK construirá en Bangladesh y la central de ciclo simple que actualmente está ejecutando en Venezuela más otros prpoyectos de envergadura, todos ellos fuera de España, sitúan la cartera de obra en curso de la ingeniería asturiana en máximos históricos y, como digo, cercana a los 1.000 millones de euros.
En una palabra, la Asturias innovadora y competitiva tiene aquí, en este grupo, un excelente motor.
