Quedan pocos días para el arranque del nuevo curso político que en Asturias suele arrimarse a la fiesta minera en Rodiezmo el próximo domingo. Este año acudirá el número 3 del PSOE, Oscar López, que además es leonés y, por su puesto, el eterno Alfonso Guerra que siempre es el que más aplausos cosecha de los mineros asturleoneses. Si estará Javier Fernández pero no Alfredo Pérez Rubalcaba del que mi espía preferida, la XPXIII, me hace llegar problemas de salud que ya le afectaron durante su descanso en Llanes.
Ha vuelto a aparecer en público el general secretario de Foro Francisco Alvarez-Cascos que hoy reunió a su estado mayor para comenzar ya a dar guerra solicitando al parlamento asturiano que acepte haya debate sobre el estado de nuestra autonomía, nada boyante, por otro lado, que hay dificultades de liquidez para abonar la nómina a los funcionarios el último día de mes y de los 423 millones de euros que el gobierno de Javier Fernandez pretende obtener como préstamo de los bancos nada se sabe. Lo de la liquidez es lógico tal es la caída de ingresos por impuestos que sufre Asturias y en cuanto a lo del préstamo supongo que terminaremos pidiendo ayuda a Madrid como ahora acaba de hacerlo Cataluña -quien te vio y quien te ve-. Un bancario me pone los pelos de punta comentándome que lo del adelanto de las elecciones en Galicia es porque Mariano Rajoy quiere a continuación meter mano a las pensiones. De momento nos mete mano a todos en nuestros bolsillos a partir del próximo viernes con la subida de IVA. La verdad es que veo poco dispuesto a Mariano Rajoy y su equipo a presentar batalla a los hombres de negro -no los curas, los de Bruselas y Alemania- quienes se permitieron el pasado viernes aterrizar en Madrid para prohibir al Consejo de Ministros aprobase la reordenación bancaria. Si esto no es estar intervenidos que baje del cielo Manuel Fraga y lo vea. Esto me recuerda la anécdota surgida la pasada festividad de Begoña en la plaza de toros de Gijón. El maestro Padilla, ahora con un solo ojo, se disponía a apuntillar al toro en medio de un gran silencio cuando la poderosa voz de un espectador gritó “Maestro, apunta bien, que es la Merkel”.
Volviendo al general secretario debo decirles que el último chascarrillo que circula por Vetusta es la posibilidad de un pacto entre Foro y el nuevo partido político que el ex presidiario Mario Conde se dispone a poner en marcha a toda velocidad para poder optar a participar en las elecciones gallegas -en las del País Vasco ni se lo plantea-. En todo caso aunque el adelanto de elecciones decretado por Nuñez Feijó va a suponer la inyección de un chorro de millones del Gobierno central -la ministra de Fomento ya se ha comprometido con dinero y plazos a la finalización de AVE gallego-, adelanto que ha cogido a la oposición con el pié cambiado -Pepiño, ¿Por qué les has abandonado?- al Partido Popular le va a resultar muy difícil volver gobernar nuestra prima -nosotros somos los hermanos- y vecina autonomía. El PP solo puede gobernar en Galicia con mayoría absoluta y la última vez creo que la logró por un escaño. Los recortes asilvestrados, la errática política económica y social, el lento, o no tan lento, hundimiento que está sufriendo España si que le va a pasar factura al partido gobernante.
Centrándome en Asturias tengo interés en conocer el discurso del presidente del Principado con motivo del Día de Asturias. Javier Fernández, eso sí, absolutamente respaldado por la Federación Socialista Asturiana para un congreso que a finales de septiembre le reelegirá como secretario general sin oposición alguna, está viendo como no es nada cómodo gobernar una casa en la que los ingresos caen y el ahorro de gastos cuesta mucho llevarlo a la practica. Además, nuestros dirigentes, empresariales y sindicales, están fatigados de estar tantos años en la poltrona y pese al buen clima meteorológico que hemos tenido este verano turísticamente no ha sido un éxito al ser una región cara, sin promoción alguna y con el tufillo del reciente conflicto minero que además aún no ha terminado ni mucho menos. Pese a todo habrá que volver al colegio aunque los cuadernos y lápices también suban de precio