Leo en El Comercio una interesante información con el título “Cuando Asturias fue independiente y Gijón, capital” de M.F.Antuña en la que nos recuerda que el próximo sábado se cumplen los 75 años de la proclamación del Consejo Soberano de Asturias y León que presidió Belarmino Tomás y estuvo vigente del 25 de agosto al 20 de octubre de 1937. ¡Cuantos berlaminos -la moneda que emitió el propio Consejo- estarán aún guardados en los desvanes de muchos asturianos!. El caso es que ya es historia pero tal efeméride me da pie a volver sobre uno de mis argumentos más renuentes en los últimos tiempos, tal como van las cosas, y es que fue una pena que cuando se comenzó a dar café para todos desde el punto de vista autonómico en nuestro bendito país las regiones de León y Asturias no hubieran formado una sola autonomía. Dos regiones que se complementan y que tanto para ellos como para nosotros nos permitiría ahora afrontar la crisis y los recortes con mucha más fuerza y unión. Solo el yerno de Berlarmino Tomás, Rafael Fernández, a su regreso de México y haciéndose aún con los mandos de la pre autonomía intentó tímidamente caminar hacia una unión astur leonesa pero pronto hubo de abandonar tal iniciativa, principalmente por la oposición leonesa que en cuanto cayó la dictadura franquista lo primero que hicieron sus personajes más ilustres como Cordero del Campillo, los Valle o el mismísimo Rodolfo Martín Villa fue deshacerse del nexo universitario que era la Universidad de Asturias y León, independizándose por tanto y creando una universidad propia.
Creo que solo la fiesta minera de Rodiezmo el primer domingo de septiembre une intereses comunes y eso que en León llevan muy mal el haber formado autonomía con Castilla. Esta vez será una fiesta con asistencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, ya recuperado de su lumbalgia llanisca, totalmente reivindicativa a modo de cohete de salida para las nuevas manifestaciones que los mineros, movidos por la mano que mece el conflicto, la del empresario leonés Victorino Alonso, llevarán a cabo en el otoño. Es una fiesta organizada por la UGT y el PSOE y sus dirigentes están preocupados porque su financiador principal a lo largo de los años, Cajastur, ha cortado el grifo. No faltará a ella tampoco el presidente del Principado Javier Fernández y, por supuesto, el socialista más apreciado por los mineros que es Alfonso Guerra. Para la izquierda asturiana y leonesa Rodiezmo supone el arranque de curso, un curso que se presenta complicado y difícil. Ese mismo día, el uno de septiembre, en que se celebra la fiesta minera todo el país vivirá una subida del IVA que para el ciudadano de a pié es como apretarse un poco más, o mucho más, el cinturón. El 2012 va camino de su final y todavía desconocemos los planes del gobierno para la minería española y en concreto asturiana. Tanto es así que ni siquiera la dirección de HUNOSA sabe por donde tirar a la espera del inicio de esa negociación del plan 2013/2018 que, la verdad, no se yo si llegará a negociarse. Las intoxicaciones interesadas en desestabilizarnos aún más hablan de que el gobierno reducirá la producción de carbón en España de 9 a 5 millones de toneladas. Vamos, el requiescat in pace para el sector.
Y a todo esto, ¿Por donde andan nuestros representantes?. El sobrino de la tía Nemesia debe estar cargando pilas de su celular en Valencia de don Juan. Por cierto, un topo que tengo, no la espía XPXIII, que conste, dentro de la organización del Partido Popular me comenta que en Génova están empezando a considerar la posibilidad de que no sea Mercedes Fernández si no el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo el nuevo presidente regional. Vamos, las espadas están en alto.