Pasan los días y las Administraciones siguen tirando con pólvora del rey, esto es, con la de de los ciudadanos de a pie que vemos como el estado del bienestar se va al garete mientras la jerarquía, civil y eclesiástica, continúa montada en el euro. La presidenta de la comunidad de Madrid Esperanza Aguirre luce palmito jugando al golf en su Asturias querida dispuesta si llega el caso a convertirse en el Mario Monti de Italia. Tengo la impresión que la presidenta lo pasa mejor en Asturias que el líder de la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba que no para de mafiar desde Llanes.
Este domingo Oviedo está tranquilo, con poca gente, o sea, escasos turistas. Subo hasta el Hospital General para visitar a un amigo y encuentro el establecimiento medio vació. ¿Será que en verano nos ponemos menos enfermos que en el resto del año?. Puede ser. En todo caso compruebo lo viejas y desconchadas que están quedando sus instalaciones solo compensadas por un magnífico servicio médico y auxiliar. Subir y bajar de la planta sexta en ascensor hace que se me acelere el pulso tan mala pinta tiene el artilugio. Desde la planta sexta contemplo a ojo de pájaro el fantástico solar que actualmente ocupa el hospital, la residencia y demás complementos. No se si Faustino Blanco, el discreto consejero de Sanidad, podrá con el traslado al nuevo hospital. Como digo, las calles de Oviedo vacías. Los hoteles con escasa ocupación y las terrazas con algún cliente despistado. Tengo que acordarme de llamar al concejal Benjamín Cabañas, flamante vice presidente de la sociedad Cinturón Verde, que te quiero verde, para que de orden de rebacheo de algunas de nuestras principales vías. La céntrica calle de Cervantes, peor no puede estar. Aprovecho también para echar gasolina al auto y por vez primera en ya mi larga vida pago el litro de 95 octanos a más de 1,50 euros -algo más de 25o de las antiguas pesetas litro ¿Será posible?-
La verdad es que una vez pasada la festividad de Begoña el verano de Asturias empieza decaer aunque, por fortuna, esta semana a punto de comenzar tendrá también buen y caluroso tiempo. Y es que hay que coger fuerzas para el IVA que se avecina a partir del 1 de septiembre. Recibo una carta de El OCASO, la compañía que en un lejano, espero, momento hará que me entierren con gaita y tambor, en la que me anuncia el aumento del IVA del 8 al 21. Para que no me resulte muy oneroso me ofrece que renuncie a una de las dos esquelas a las que tengo derecho en caso de fallecimiento. Lo interpreto como otro golpe a la ya de por si delicada economía de las empresas periodísticas.
Quien este fin de semana se nos fue, cumplidos ya los 90 años, es el maestro de fotógrafos del valle del Nalón José García “Cavite”. Un comunista histórico de la cuenca que en sus últimos años vivía en una residencia de Sotrondio de donde era natural. Hace un par de años les encontré por última vez en el mercado de Sama y dimos un buen repaso a la situación asturiana sobre la que era muy pesimista. “Cavite” me tenía un especial aprecio supongo que surgido de leer mis reportajes años atrás sobre la zona minera. No se como estará su colección de fotos; espero que sus hijos la mantenga y es que el objetivo de la máquina fotográfica de “Cavite” captó la actualidad del valle del Nalón en los últimos 60 años. Hasta siempre buen amigo.
