No he tenido aún ocasión de hablar directamente con el flamante presidente del Real Oviedo, Toni Fidalgo, a quien el segundo accionista, el ayuntamiento, ha colocado al frente del club en un intento de encauzar la errática, y peligrosa para su supervivencia, marcha de la histórica entidad deportiva, pero están pasando los días, a dos semanas solo de dar comienzo la temporada, y comienzo a preocuparme. Y es que una temporada más, ¿Y van…?, se liquida a catorce o quince jugadores y se ficha a otros tantos, veteranos de muchas batallas que, incluso, en algunos casos llevan ya tiempo arrastrándose por esos campos de dios. Creí que Toni Fidalgo y su flamante consejo, sin que ninguno tenga un euro invertido en la entidad, iba a aplicar desde el primer día una draconiana política de ahorro reconduciendo la megalomanía que presidió a los anteriores responsables, los del accionista mayoritario Alberto González que continúa en paradero desconocido y en busca y captura por la Justicia.
Pues no, se está dando una temporada más olímpicamente de lado a la cantera y como si se tratase de las deslavazadas medidas de ahorro que un día sí y otro también anuncia el ministro Cristóbal Montoro a los españoles, aquí se dan bajas sin explicar para fichar a jugadores extraños al club y sin pedigrí que lo justifique. Esta temporada hasta se liquidó al anterior entrenador Pacheta, que se olió lo que iba a pasar. Toni Fidalgo, que como buen periodista deportivo que es quiere acercarse a Angel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol y con el que, por lo menos hasta ahora, no tiene buena sintonía, eligió, supongo que fue él y no alguien en la sombra, al también periodista y ex jugador del club carbayón Félix Sarruguarte como nuevo entrenador. Este buen hombre deberá, sin tiempo para ello, armar un equipo para competir con la mira puesta en el ascenso en un grupo de la segunda B nada fácil, en el que hay otros cuatro clubes asturianos en cuyo espejo debería de mirarse el Real Oviedo por la modestia y administración que aplican en su funcionamiento.
Un amigo común me comentó el otro día que el nuevo asesor económico del Real Oviedo le había dicho que todo lo desastroso que nos imagináramos de la situación del club había que multiplicarlo por tres. Si es así, como así parece, ¿Por qué aun no se ha iniciado la reestructuración necesaria?. Lo que más me sorprende es que los doce o catorce jugadores que se van no dicen ni pío por lo que deduzco que han cobrado lo que se les debía mientras que los llegan, lógicamente, tampoco desvelan sus condiciones, pero salvo la buena voluntad de los medios locales de comunicación, informando y animando a la afición -sin entrar, eso sí, en temas escabrosos-, la nueva dirección del club no está realizando en mi opinión una campaña, que debería de ser intensa, para captar socios que por el momento no van más allá de los 4.000.
Otra pregunta, ¿Sigue siendo el agente Mata, el ex jugador del Oviedo y padre del internacional, el que mangonea, como hasta ahora, los fichajes?. Me alegro de traspaso de Cazorla a la premiere liga porque va a suponer unos 600.000 euros al club ovetense por derechos de formación, pero, claro, con las deudas que tiene el Real Oviedo -Hacienda, Seguridad Social, Ruiz de Lopera…- veo un riesgo de que ese dinero entre por un lado y el mismo día salga por otro. Ahí, en la negociación con los responsables de Hacienda y de la Seguridad Social, es donde debería volcarse Toni Fidalgo y su fiel escudero Sabino López para intentar que no se queden con esa partida. Además ambos organismos saben que de ir a una quiebra el club quedaríamos a la una de valencia, puesto que, en definitiva, Hacienda y la Seguridad Social es de todos los ciudadanos mientras a Mariano Rajoy no se le ocurra otra cosa.
Creo que hay que ir cuanto antes a la ampliación de capital, única manera de poner las cosas en su sitio. Ahí es donde habrá que retratarse aunque solo sea comprando una sola acción. Pero entre tanto, insisto, hay que aligerar el organigrama del club, digno de un primera división, sí, pero que pesa como una losa en la economía del Real Oviedo. Toni Fidalgo tiene capacidad y contactos en el fútbol español, no lo pongo en duda, y por lo menos en este su retorno a la presidencia ya no se entera por los periódicos de los fichajes que se hacen