Encuentro paseando por Vetusta al senador Isidro Fernández Rozada en uno de los pocos momentos en que no tiene el celular pegado a la oreja y me pregunta con sorna si el conflicto de los mineros se arreglará tras la nueva reunión en el ministerio de Industria. Pues ya ve, caro amigo, que no, que José Manuel Soria no ha movido ni un mísero peón de esta lamentable partida y los sindicatos tras 62 días de conflicto han tenido que plegar velas. Es exagerado comparar a Mino o a José Angel Fernández Villa con el general Custer pero el ministro canario, ejerciendo de Jerónimo, les ha metido en vereda, por el momento, eso si. Por tanto la presidenta de HUNOSA Teresa Mallada podrá por fin aceder esta semana tras dos meses en el exilio a su despacho en el pozo de la moqueta que tan buenos recuerdos de mi vida profesional me trae a la memoria. También escucho al poderoso Victorino Alonso decir en una emisora que esto es el fin de la minería, vamos, que apaga y adiós. Es posible. Los asturianos, una vez más, hemos dado la cara altruistamente. A ver como nos lo agradecen en el futuro los de Léon. Hoy saldrán los encerrados en Candín y en el otro pozo, se normalizarán los economatos y los pobres mineros polacos y checos, a quienes su empresa les ha sostenido valientemente estos dos meses de conflicto, podrán por fin acceder a los máquinas que hay en los tajos ya que, por si no lo saben, la tradicional figura del picador prácticamente es a estas alturas inexistente en las minas asturianas.
La verdad es que ser político en las presentes circunstancias debe de ser incómodo salvo, supongo, para Ovidio Sánchez, residente en Madrid gracias a los votos de los asturianos y en donde,estoy seguro, no le conoce nadie. Y es que, según leo en un confidencial, hasta hay taxistas en Barajas que cuando alguien les dice “lléveme al Congreso” se niegan al darse cuenta de que se trata de un diputado. No hay en estos momentos acto alguno en que un ministro de Rajoy no sea abucheado y hasta la sufrida presidenta de la comunidad de Madrid Esperanza Aguirre se dejará ver poco este verano en Asturias cuando venga a descansar unos días a la tierra de su marido, Muros del Nalón.
Quien ya ha terminado sus mini vacaciones es el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo. Siempre recuerdo como me decía la dirigente socialista Pilar Alonso -creo recordar que fue concejala- que no me equivocara con Agustín, que es mucho más listo de lo que parece. Completamente de acuerdo. Si no, examinen la situación actual de la corporación ovetense que gobierna en minoría. El grupo popular, unido y sin fisura alguna, prácticamente ya sin restos de gabinismo. El grupo socialista ni está ni se le espera con un Alfredo Carreño -¿Tendrá el incombustible Antonio Masip que asumir de nuevo la mñáxima responsabilidad de la AMSO?- desaparecido en un combate que no llegó nunca a celebrarse. El grupo de Foro haciendo agua por todos los lados con un enfrentamiento a muerte política entre Arturo González González de Mesa -vaya fallo que tuvo con este señor Francisco Alvarez-Cascos- y Juan Pérez Zaldivar y que está logrando tener noqueado a este grupo, azote de Gabino de Lorenzo en sus últimos tiempos de alcalde; en cuanto a Izquierda Unida, tranquilos, quizás recuperándose de la última asamblea regional. Con menos dinero y un gobierno regional que es de distinto signo político Agustín Iglesias Caunedo lleva perfectamente el barco municipal sorteando escollos como Villa Magdalena, el cierre de la fábrica de armas de La Vega, la integración en el consorcio de transporte de viajeros o la quiebra del Real Oviedo. Digan lo que digan sus asesores al dinámico alcalde no le hace ascos la posibilidad de poder acceder también a la máxima responsabilidad del Partido Popular de Asturias en el próximo congreso. Su ariete se llama Pilar Fernández Pardo -no nos olvidemos tampoco de Joaquín Aristegui en estos momentos desparecido del cenáculo del poder conservado- aunque si, como me temo, Mariano Rajoy, estos días ojeroso y sin poder dormir ante los ataques públicos que recibe del vicesecretario de comunicación de Foro Juan Vega, continúa apostando por Mercedes Fernández el alcalde de Oviedo plegará armas como militante disciplinado que es.
