Me llama toda azorada mi espía preferida, la XPXIII, para que ponga la tele y vea el programa de cotilleos que Tele 5 emite a media tarde bajo la batuta de la veterana Terelu Campos. Y es que me encuentro con unas declaraciones con regodeo del periodista Jaime Peñafiel dando la noticia de que la abuela de la Princesa de Asturias, mi admirada Menchu Alvarez del Valle, está imputada por un juez por algo relacionado con un alzamiento de bienes y tiene que declarar el próximo martes en un juzgado de Oviedo. Como buena comunicadora Terelu Campos no frena al periodista pero se la nota incómoda. Jaime Peñafiel, por su parte, exhibiendo un folio se recrea en la noticia incitando a los colegas, o sea, a los paparazzi de turno, a acudir el martes al juzgado para obtener instantáneas de la abuela real entrando y saliendo del mismo. El periodista, eso sí, de manera mucho más discreta, en su página de cotilleos sobre al alta sociedad en el número de hoy del periódico El Mundo da también la noticia, y es que, me consta, el veterano reportero desde un principio siempre ha tenido en el ojo de mira a la Princesa de Asturias quien, estoy seguro, en momento alguno le siguió el juego informativo que, también me consta, Jaime Peñafiel le demandaba.
Supongo que ahora este affaire no irá mucho más allá pero lamento que Menchu Alvarez del Valle a estas alturas de la vida deba pasar por un trago como ese. El destino a veces depara sorpresas impensables y que Felipe de Borbón se enamorase y casase con Letizia Ortíz fue una de ellas. Hace años, cuando existía la “Cofradía de la faba” que por aquel entonces presidía Juan Santana, persona de confianza del grupo Masaveu y excelente conocedor de la historia y cultura asturianas, fuimos al palacio de La Zarzuela para entregar la “faba de oro” al Rey Juan Carlos I, muy buen degustador desde siempre de este tradicional plato de la gastronomía asturiana. Pertenecíamos a la cofradía un puñado de asturianos variopintos, incluido el general Manuel Díez Alegría y el empresario José Cosmen así como Menchu Alvarez del Valle. ¿Quien le iba a decir a Su Majestad que años después serían familia?. Me consta el afecto que tanto la nieta Letizia Ortíz como su marido el Príncipe de Asturias tienen a Menchu a la que han visitado en más de una ocasión en su residencia en el concejo de Ribadesella. Menchu, pese los años, continúa con un espíritu inquieto y buen ánimo y no hace mucho escenificó con el hijo predilecto del concejo riosellano Emilio Serrano una lectura teatral en la Casa de Cultura de Ribadesella de “La muerte de un viajante” lo que no solo fue un éxito de público si no que la representación fue recogida en varias revistas nacionales.
Sin duda a veces la fama que nos viene por vía indirecta tiene su coste pero Menchu Alvarez del Valle ha sido toda su vida una profesional de la comunicación radiofónica, junto con su hermana Marisol que se fue para Radio Nacional de España en Madrid, realizando toda su larga e intensa carrera en Oviedo, a través de los micrófonos de Radio Oviedo, aquella entrañable emisora que tras la guerra civil fundó, junto con La Nueva España, Paco Arias de Velasco, al que ahora acertadamente el alcalde Agustín Iglesias Caunedo quiere dar su nombre a una calle de la capital, emisora ubicada en la planta quinta del edificio España en la calle de Asturias y en la que participaron excelentes comunicadores como Eduardo G. Rico, Pereletgui, Navarro, José Luis López del Valle, José Ramón Patterson, Juan García y otros más.
En fin, sin ponerme dramático ni cursi, estoy con Menchu. A mandar.