Mi espía preferida la XPXIII, muy disgustada desde ayer por los recortes anunciados por Mariano Rajoy -”hasta los de derechas están que echan humo” me comenta- me telefonea desde el auditorio Príncipe de Asturias en donde a esta hora, las once de la mañana, se está celebrando la asamblea de accionistas del Real Oviedo en segunda convocatoria. Lleno completo con más de 180 propietarios de acciones presentes más numeroso público al que, sensatamente, se le dejó acceder a la sala. Ciertos momentos de tensión cuando el todavía vicepresidente Angel Vaca, vaya papelón el suyo, hubo de dejar la presidencia de la asamblea al concejal Jaime Reinares. Un poco a la trágala el alcalde pudo por fin resolver la delicada situación que se presentaba tras la negativa en el último momento de José Luis Díaz a ser presidente. Agustín Iglesias Caunedo, con el que ayer tarde en el Teatro Campoamor cambié impresiones con motivo de la presentación en sociedad del banco solidario de Mensajeros de la Paz, se me lamenta del escaso apoyo recibido para solventar la crisis del Real Oviedo. “Mucho hablar en las terrazas pero sin arrimar el hombro. No te puedes dar la idea lo que me ha costado encauzar la situación“. Le creo aunque le recuerdo que estamos en la Vetusta de La Regenta de Leopoldo Alas Clarín. Al final ha tenido que echar mano del periodista Toni Fidalgo quien, como escribía ayer, lleva unos años en sus tranquilo cuartel de invierno y verano en Avilés. Creo que es una buena solución a la espera de que aparezca alguien con la grava, imprescindible para garantizar el futuro del club. Además regresa el chico con su principal asesor, y gran conocer de los entresijos del fútbol, el abogado Sabino López que cuando le conocí hace ya años le llamaban la “bala de Vegadeo” por lo rápido que corría por la banda en el equipo de aquella localidad de donde es oriundo.
Como digo es una solución de última hora, un poco cogida por los pelos, pero creo, de verdad, que en esta ocasión segundas partes serán buenas para el club. Toni Fidalgo estuvo en la primera etapa de Alberto González -ni está ni se le espera- y apenas duró un mes como presidente y es que se enteraba por los periódicos de los fichajes que hacía el club -¿Recuerdan el caso del ínclito Lanzarote?-. Toni Fidalgo tiene dignidad, faltaba más, y le tengo por un colega serio y gran conocedor del mundo del fútbol. Espero que funcione bien con él y su equipo el recién aterrizado Enrique Pina, el “mago” que va a llevar al Real Oviedo a la Segunda A, y que ahora se pavonea como si fuera un ave real del campo de San Francisco porque trae al Real Madrid a un partido amistoso este fin de mes al Carlos Tartiere. Pina piensa en Lucas Alcaraz para dirigir esta nueva etapa del club carbayón. ¿Quien pagará su elevado caché?. Logrado quitar a Alberto González de la poltrona presidencial queda ahora resolver el tema económico y afrontar con seriedad las deudas contraídas con la Seguridad Social y Hacienda, además de otros acreedores como Manuel Ruíz de Lopera. Hay que reducir capital y convocar una ampliación del mismo. Supongo que el ayuntamiento no podrá poner muchos euros en el nuevo proyecto, tal como están las cosas, y el nuevo máximo accionista deberá decidir sobre el presidente y la estructura del club en estos momentos sobredimensionada, pero, claro, de momento lo importante es estar dentro de unos días en el palco presidencial del Carlos Tartiere para aplaudir al Real Madrid de Mou. Ni el alcalde se perderá la ocasión para fotografiarse con Christiano Ronaldo.