Ha dicho la Alcaldesa, Carmen Moriyón, a la que aprecio y respeto que “los políticos pasan, la Semana Negra queda” pero la pregunta es ¿Qué Semana Negra? Cuando la semana negra nació todo el mundo aplaudió el evento por considerar que era una brillante idea, importante para Gijón como escaparate, y además en un género de honda raigambre en la literatura mundial.
La literatura ha tenido en la novela negra un pilar para los amantes del “genero negro” con grandes escritores y cineastas encabezados por Agatha Christie, con personajes como Hércules Poirot o obras como “10 negritos”, que han hecho de este género uno de los preferidos de los ciudadanos.
El festival en Gijón, en los primeros años de vida, con autores y novelas de gran interés, se convirtió en un referente al que, desde todos los puntos del mundo, grandes del género asistían, conferencias, charlas, coloquios. Con los años el festival fue degenerando, por intereses económicos, hasta convertirse en una feria con “perritos calientes” y tenderetes y en la que el aspecto cultural había quedado en un segundo plano y además con poco peso intelectual dando paso a una “tarde familiar” de ocio con “caballitos para los nenes” y tómbolas para los mayores. Había desaparecido el espíritu de la Semana Negra para dar paso a una semana para rellenar el “paquete de festejos veraniegos” de Gijón de cara al turismo. Estoy en contra, no de la Semana negra, sino de en lo que se convirtió. Se hace imprescindible un cambio de formato, hacer desaparecer del mapa al “club de los trincones” que se montaron un negociete para ganar pasta porque innovación e ingenio de eso “nanay” Ningún barrio la quiere en su zona porque se convirtió en una “chicharra insoportable” que martiriza día y noche a los vecinos. El Ayuntamiento con la Alcaldesa y el Concejal de Cultura debe variar el rumbo de La semana negra, convertirla en un referente mundial del genero, con autores mundiales de prestigio, películas, estrenos, conferencias y debates de interés cultural, instituir premios que hagan del festival un evento imprescindible en la cultura. Y como además no solo de literatura vive el hombre, con espacios para el ocio y la degustación. No hace falta que se busque espacios porque Gijón tiene el adecuado: La feria de Muestras hay que buscar la fecha adecuada no para rellenar un hueco sino para ser parte de la programación. No funciona la Semana Negra y además se va a llevar por delante a la Alcaldesa, porque con este formato, haga lo que haga, será criticada pues si de todas formas lo va a ser, “por la calle de en medio” Semana negra en la Feria de Muestras, con estrenos literarios, proyecciones, conferencias, etc. y convertirla en el Festival mundial de la Novela negra.
