Pues sí, el ex vicepresidente del gobierno y ex de otras muchas cosas, Rodrigo Rato Figaredo, acudió este mediodía a la residencia de La Granda en Avilés en donde el ya olvidado Laureano López Rodo se encerraba un mes con su equipo para diseñar los planes de desarrollo de la España desarrollista en la década de los 60, inaugurando los cursos de la Escuela de Estudios Hispánicos que preside Teodoro López-Cuesta y dirige Juan Velarde. Rodrigo Rato, a quien no puede ver Mariano Rajoy ni en pintura, hizo una larga cambiada hablando de lo divino y de lo humano menos de lo que nos preocupa a los españolitos de a pié: La crisis y el recorte. A la entrada de los instalaciones de Arcelor Mittal un grupo de manifestantes de la izquierda asturiana protestaba con gesto cansino, pidiendo algunos que el ayuntamiento de Avilés no de un euro más a estos cursos. Por supuesto que ni la alcaldesa Pilar Varela ni el presidente del Principado Javier Fernández acudieron a la inauguración. Si lo hizo la lideresa del PP gijonés Pilar Fernández Pardo, forofa de Rato pero nada simpatizante de Alvarez-Cascos. Desconozco si se intercambiaron saludos, que besos no, seguro.
Para el día 31 está previsto que el curso sea clausurado por el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. “Manostijeras”, también estoy convencido, acudirá a la cita y echará un rapapolvo a los mineros y a los asturianos en general. No se preocupen, ese día estará en primera fila toda la plana mayor del PP de Asturias, incluidos Mercedes Fernández, Isidro Fernández Rozada y hasta el diputado Ovidio Sánchez que ahora vive en Madrid y viene a veranear a Asturias. En todo caso el senador asturiano, el sobrino de la tía Nemesia, ya hace tiempo que vendió su chalet en Valencia de Don Juan. El ex vice presidente Rato, por contra, intenta vender el suyo en Somió. Entre tanto, Javier Fernández busca no enfadar mucho al gobierno de Mariano Rajoy con su claro y nada sospechoso apoyo a la minería. Su mano izquierda, el mierense Jesús Gutiérrez, diputado y secretario de organización de la FSA, hace una gira para saludar en los distintos ayuntamientos a los alcaldes y concejales que se han encerrado tres días sobre mullidas colchonetas en el pleno de sesiones en apoyo de un sector que unos y otros llevan matando hace más de treinta años. Ya lo dijo Felipe González en 1982 nada más llegar a La Moncloa: “La minería no va a durar mucho más“. Escucho en Radio Nacional a Juan Ramón Lucas entrevistar al dirigente asturiano de CCOO de la minería Fabián Alvarez sobre el conflicto de los mineros. Fabian, sabe más que lo ratones colorados, le da una pasada al periodista al que se nota que no está muy versado sobre el tema. Fabian fue un gran minero, es un excelente sindicalista -hasta fue concejal por IU en la corporación de Quiros- y ahora caza jabalíes gran maestría. Vamos, que donde pone el ojo pone la bala. Es lo que en HUNOSA Javier Sopeña calificaría como un todo terreno de la diversificación. Y de la buena, añado yo.
Madrid ya está “tomada” por lo mineros. ¿Y ahora qué?. Siento lo de los trabajadores en activo encerrados en las profundidades del pozo Candín. Luchamos por evitar el cierre de 6 pozos de HUNOSA -los que quedan- y la perdida de 1.700 puestos de trabajo cuando en los últimos años se dejaron peder más de 50 explotaciones y miles de puestos de trabajo, “comprados” por las pre jubilaciones que ofrecieron los distintos gobiernos -del PSOE y del PP- al personal del sector. Insisto, este conflicto no es de Asturias, es de la minería privada de León y de su principal capo, el empresario Victorino Alonso. Salvo acudir a escuchar a Alfonso Guerra y a José Angel Fernández Villa cada primer domingo de septiembre en Rodiezmo nunca fueron solidarios con nosotros, así que biela.
