Inicio aquí y así una serie de escritos bisemanales que llamaré La diagonal. Para empezar, uno breve recordando canciones que en su momento disfruté.
Qué noche la de aquél día,
he visto a la señora Robinson
en la feria de Seasdwn
andando entre dos aguas
como Alfonsina por el mar;
puede ser una gran noche.
Y con dos gardenias
porque toda una vida
oí la Campaneras
mientras gira el mundo, gira
y la bohemia de París
se duerme al alba.
Y aquí en el Mediterráneo
ya no hay rosas en el mar:
la vida es una tómbola
y no me 'quitez pas'.
Recuerdo aquella vez.
En las mañanas de carnaval
dibujé en la arena
un ramito de violetas.
Y en el tren que se aleja
por las verdes campiñas
yo brindo
con un sorbito de champán
por las hojas verdes del verano
de donde surgirá una pequeña flor.