Las guerras de antaño se disputaban en grandes praderas, al aire libre, donde muchos hombres dejaban sus vidas en ellas,   y donde los buitres y otras aves carroñeras después de la lucha se ponían las botas, ya que lo de enterrar lo dejaban para otro día.

Hoy nuestro sitio de batalla, de momento es Bruselas, las guerras entre países se realizan en despachos, los presidentes ya no van al frente de la tropa para dar ejemplo, si no que se dedican a viajecito para aquí, viajecito para ya, y los carroñeros están a la espera, que estos en el transcurso de los siglos nunca faltaron al final de la batalla, ahora se llaman mercados.

 Al final de las maratonianas reuniones de nuestros representantes Europeos, yo no sé si es que toman muchas copas o se meten mucha química, la verdad  es que las declaraciones de cada uno de ellos son alarmantes,  las contradicciones en los resultados demuestran  a veces   que no estuvieron juntos o que como hablan en diferentes idiomas, no se entienden.

Los resultados de esta pérdida de tiempo y de dinero, para todos los contribuyentes Europeos son alarmantes, al final salen los gallitos o las gallinas intentando poner el huevo más grande, es decir la mentira final que se tiene que contar a la prensa, pero nuestro representante no se queda corto, habla de victoria de España  e Italia. Pero qué victoria vamos conseguir sin tener un puto duro en las arcas, cuando estos señores que tendrían que ser ejemplo de los soldados de base, que son los ciudadanos, se dedican a salvar al capital, su preocupación es que les presten dinero para dárselo a bancos quebrados y nacionalizados, con valor menos trece mil millones, que yo nunca pensé que se podría tener valor negativo en una entidad financiera, que esto es de traca, nacionalizamos una entidad que no vale absolutamente nada, para que cojones la queremos, ciérrenla.

En antaño los guerreros se preparaban para la batalla y se sabía qué país la ganaría simplemente antes de empezar, si los castillos estaban llenos de trigo y alimentos, se podría aguantar mejor, si las arcas estaban llenas tendríamos posibilidades, pero si las tenias vacías estabas jodido, como le sucede a España ahora, que las tiene vacías, por consiguiente perderemos la guerra. La edad media aporta mucho conocimiento a las estrategias actuales, pero nuestros políticos como solo leen el diccionario para buscar palabras que tengan dos sentidos, no tienen ni puta idea de cómo realizar una estrategia para ganar una batalla.

No se dan cuenta de que si te faltan soldados, tienes que contratar mercenarios y estos cobran bien, si no tienes dinero para pagarles,  pues te jodes ya que estos marcharan con el otro bando, que esto es lo que están haciendo los que se llevan el capital fuera de España, que no es poco, por consiguiente las arcas disminuyen, y podrás aguantar poco tiempo un nuevo envite de los mercenarios.

Si la población es la que tiene que defender el fuerte y esta sin alimentos, esmirriada por la pobreza, asfixiada a impuestos, sus hijos llenos de piojos por la escasez del agua, el ejército estará desmotivado y será mucho más fácil que el enemigo entre en nuestro terreno en un soplido. Cuando eres el vencido, el vencedor pone las normas y esas normalmente es la esclavitud de tus ciudadanos. Esto lo tendría que conocer cualquier gobernante de una nación, no siendo que él sea el mercenario, que en tal caso tendría que ser juzgado por sedición o alta traición al país al incumplir los derechos constitucionales.

Los ASTURES somos gente fuerte y  guerrera, por nuestra venas corre sangre de nuestros antepasados, que no se dejaron doblegar por los invasores, en nuestra tierra empezó la Reconquista, ya es hora de que tomemos lo que nos pertenece, tenemos que expulsar al invasor, ya que una cosa es que el padre sea esclavo pero no podemos permitir que lo sean nuestros hijos.

Pase lo que pase, no me daré por vencido! Así que lo tienen jodido

Resistireeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! Y cada día más fuerte

Suban lo que quieran de impuestos, que ya hemos llamado a ROBIN HOOD, robaremos a los ricos, para dárselo a los pobres. Esta guerra la ganaremos por cojones, como siempre.