En estos momentos de dificultades agudas de nuestra nación, vemos que los dirigentes políticos rebuscan palabras en el diccionario, para mentir de forma piadosa o intentar tapar su nefasta gestión en todos los aspectos de nuestra sociedad, pero nosotros que somos algo más cultos creamos nuevos vocablos, como la “putocracia” palabra que será la que marque esta época triste de nuestra historia.
Pero la gente de la calle que tenemos un idioma que todos entendemos, que es mucho más sencillo y práctico, creamos nuevas formas de expresión, que según la real academia serán las que después se introducirán en el diccionario de nuestra lengua, es decir la lengua la hacen las masas, no los políticos, ya que si fuera así, menudo desastre.
La Leona tiene a toda Europa arrinconada sobre las cuerdas, les da guantazos todos los días a los diferentes dirigentes, para que se espabilen y realicen lo que le interesa a ella, que es la más fuerte. Pero los resultados de su agresividad la empiezan a sufrir también los alemanes donde ven aumentar el paro en los últimos meses, donde las empresas de ese país están exportando menos, que es la fortaleza del país Alemán.
La crisis no es económica, la crisis es promovida por imbéciles y chorizos, no por la población, donde los estados en general están dirigidos por incompetentes, chupópteros y cacos. En nuestro país no queda limpio de corrupción ningún estamento de la sociedad, pero es que lo que tenemos en la Unión Europea es de juzgado de guardia, pagamos a políticos nacionales que son nefastos, a los políticos y vividores que están asentados en los organismos Europeos, que no los controla nadie y muchos no se sabe a que se dedican, cobrando unos sueldos del copón, para que nos acribillen a impuestos y a recortes, pero ninguna nación dijo una sola palabra para reducir sillones políticos en las propias naciones y en la propia UE , es decir la “putocracia” sigue en pie, costando miles de millones, pero parece ser que esta fuera de la crisis, que ese gasto lo paga el diablo.
En este país que solo viven de “puta madre” los que se dedican a la política (para estos no hay recortes), vemos que los sillones de todos los parlamentos siguen estando llenitos de nombres pero no de personas, ya que no curra ninguno, las imágenes televisivas lo demuestran todos los días, e incluso vemos a diario nombramientos en cargos de la administración que no se dan a los funcionarios de carrera si no a los amiguitos de los partidos en el poder (estos días esta denunciado esto en Asturias), donde esto retrasara aún más la indecente situación que sufre el mundo empresarial Asturiano, después dicen que sobra personal FUNCIONARIADO y que se tiene que recortar.
Nuestro gobierno como tiene que dar de comer a todo su sequito recorta de todo lo que influye en nuestras vidas, pero no exige a las autonomías que desaparezcan sus pequeños vicios, ejemplo son las embajadas autonómicas, al mismo tiempo no tiene pelotas para parar a los independentistas, que están poniendo en mucha duda nuestro sistema jurídico ,como la sentencia sobre la lengua castellana en Cataluña, donde el gobierno autonómico dice que no hace ni puto caso a la sentencia, que los que mandan son ellos, recortan en sanidad y siguen con sus embajaditas por todos los sitios, pero es que Cataluña ya sabemos no es España, pero se tendrán que joder, ya que de momento si lo son y si alguien del gobierno tuviera lo que tienen los paisanos, mandaría cumplir la sentencia de forma rápida.
La “putocracia” nos lleva a la indecencia más absoluta, a la podredumbre de nuestro sistema, a la máxima pobreza social, es el virus que está acabando con la humanidad, su propagación ha llegado a la célula y ni cortando tejido nos podremos curar de esta agresiva enfermedad, que lleva con nosotros ya unos cuantos años y parece que seguirá por mucho tiempo.
Si aprendemos de los grandes cirujanos que tenemos en nuestra seguridad social, nos daríamos cuenta que la corta del tejido infestado es la única solución y si cortamos un poco más mejor, pero solo en la putocracia, a la sociedad déjenla en paz que somos los que pagamos las operaciones.
