Paso la jornada de reflexión en Ribadesella con mi  buen amigo el licorero e hijo predilecto del concejo Emilio Serrano. El licor de guindas que fabrica desde tiempo inmemorial en Collera está como para bendecir a un santo, él del que siempre pensé que su vocación auténtica era la de ser cura rural. Por supuesto, hablamos de política y me cuenta que en Ribadesella se presentan seis candidaturas al ayuntamiento. PSOE, PP, Foro, IU y dos independientes, una de las cuales la encabeza el incombustible Juan Ureta, el alcalde que estuvo más tiempo como tal en democracia en Ribadesella (1979 a 1991 con el PSOE y luego repetió como indepndiente en 1995). Ahora intenta el tercer regreso, ¿Al pasado al futuro?, -los 70 años ya no los cumple- al frente de una candidatura con un nombre curioso: “Vida sin barreras”. Veremos a ver lo que pasa. Emilio Serrano que siempre tuvo el buen olfato de no meterse a político pese a las tentaciones tenidas, más de las que sufrió Jesucristo en el desierto, está preparando ahora su primer libro de poesías. Es empresario, asturiano hasta la médula, mantiene viva la llama de la cultura y la promoción turística no solo de Ribadesella sino del oriente en general. Eso sí, tiene clavada la espina de que el hasta ahora presidente del Principado Vicente Alvarez Areces no haya visitado, como en su día le prometió, su fábrica de licores Los Serranos en Collera, cuyo licor de sidra, precisamente, tiene reconocimiento de calidad por la Unión Europea.

Creo que la puesta en marcha del palacio de congresos Ciudad de Oviedo, pero a quien todo el mundo conoce como el de Calatrava, comienza dinamizar la capital. El próximo día 21 de junio la patronal de los hosteleros que preside José Almeida celebrará en él su asamblea anual.Estaba previsto entregar la medalla de oro de esta asociación al restaurador  Marcelo Conrado Antón pero por indicación de sus hijos, Laura y Javier -el hostelero se recupera de una grave enfermedad en el HUCA-, van a dejar desierto este año la distinción y entregar la medalla a Marcelo Conrado Antón el próximo. Todo un detalle. Oviedo es una ciudad de moda y en el hotel de La Reconquista acaban de reunirse en su convención anual los jefes de asesorías jurídicas de las cajas de ahorros. Han prometido repetir escenario el año que viene. A los postres, en Ribadesella, Emilio Serrano habla con el lugarteniente de Francisco Alvarez-Cascos, el empresario Pelayo Roces; yo con el director de comunicación del alcalde de Oviedo, mi colega Rodolfo Sánchez. Como estamos en jornada de reflexión me permito no desvelar la conversación. Me informan de que el próximo día 15 de junio en el club de golf de La Barganiza, deporte cada vez más en auge en nuestra comunidad autónoma, se celebrará un homenaje a Eduardo Valdés, buen jugador de golf y, como experto en serigrafía que es, diseñó los escudos de la Federación Regional de Golf-, del trofeo Manzana de oro y buen colaborador, además de socio, del club citado. Hay un comité organizador que lo componen Arturo Arbesú García,  Manuel Bascarán Collantes y José Manuel Fernández García. Creo que el homenaje tendrá éxito como acto deportivo y social. Eduardo Valdés bien se lo merece.

Al regreso de Ribadesella paso por la plaza de La Escandalera donde continúan reunidos en asamblea los inconformistas, así habría que llamarlos, en vez de indignados. Son pocos. Me recuerda la animación de los chiringuitos en San Mateo. Lo que me preocupa es el después. Mi colega el fotoperiodista José Vélez me dice: “Así comenzó en el 68 el mayo francés”. Pese a los cinco millones de parados, las listas cerradas, el descrédito de nuestros políticos, etc. no creo que sea para tanto.