Me encuentro a un destacado ejecutivo de HUNOSA que me comenta que llevan diez días sin poder acceder a las oficinas centrales en la avenida de Galícia de Oviedo. “Estoy muy preocupado, Avila, nunca había visto una situación como ésta y eso que llevo en la empresa desde 1990“. La verdad es que el conflicto está enquistado con un gobierno, el de Mariano Rajoy, superado en muchos frentes y en concreto con un ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, que pía menos que un gorrión, manteniéndose distante, diría hasta con desdén, de la minería y su problemática. Como ayer el Partido Popular echó abajo en el Senado una enmienda presentada por el PSOE en defensa del sector -Isidro Fernández Rozada, quien te vio y quien te ve- tengo la impresión de que el ministerio de Industria no va a dar su brazo a torcer y como los mineros son como los de Piñeres, prefieren romper antes de doblar, pues aviados estamos, camino ya de cumplirse un mes de conflicto sin que, por tanto, el paguitu entre en los hogares de los trabajadores afectados aunque hay muchos dirigentes de los sindicatos representativos que como están pre jubilados o jubilados si tendrán paga con la que, supongo, podrán ser solidarios con sus compañeros.
Hoy mismo escucho a la ministra de Trabajo Fátima Bañez por la radio no hablar de crear empleo, que debería ser lo suyo, si no echar en cara a los mineros cuantos euros ha costado el sector en los últimos años, dinero salido del bolsillo de todos los españoles. Si vamos a hacer historia habría que recordarle a esta señora cuando la minería asturiana sacó a flote la industria civil y militar de España en etapas mucho más duras que las de ahora. Vaya papelón también el del senador leonés del PP Juan Morano a quien se le fue la fuerza por la boca apoyando a la minería y manifestando que no iba a apoyar a su partido en la votación de ayer para luego dar un “sí” como una mina de grande que Dolores de Cospedal no paga a traidores. Vamos, que nuestros políticos, en mayor o menor medida, están perdiendo la chapeta. Tal como van las cosas en nuestro país me temo que ni la señorita Bañez logrará un nuevo milagro de Fátima ni con la minería ni con la creación de puestos de trabajo. El próximo día 28 asistiré en el Calatrava, que es donde deben celebrarse las asambleas y los congresos, que ya está bien de utilizar el Auditorio Príncipe Felipe para eventos ajenos a la música o a la cultura, a la asamblea de la patronal asturiana. Tengo interés por escuchar al presidente de FADE Severino García Vigón , del que con sorna dicen sus enemigos -todos los tenemos- ni una mala palabra, ni una buena acción, a ver que le dice al gobierno de Madrid y al de Asturias. Javier Fernández tras ascender al primer equipo, o sea, a las consejerías, vice consejerías y direcciones generales, a jugadores de los equipos inferiores, pero de la cantera, eso sí, está rematando el documento de los recortes mientras Cristobal Montoro, será por lo de la pinza, espera paciente la aportación de Asturias a la reducción de las cuentas autonómicas.
En esta desoladora situación de las comarcas mineras hay dos brotes verdes, menos mal. Uno, la residencia para la tercera edad que el Montepío Minero ha construido en Felechosa, con esos Fondos Mineros que ahora el gobierno de Rajoy birla a Asturias. Una residencia magníficamente diseñada y que también ha supuesto la creación de varias decenas de puestos de trabajo lo que para el concejo de Aller, y la comarca del Caudal en general, no viene nada mal. José Antonio Postigo, el presidente del Montepío, tenía prevista la inauguración del complejo para este mes pero el conflicto lo ha retrasado de momento. Y luego está la apertura en septiembre próximo de la residencia universitaria en el campus de Mieres que completará la oferta de la Universidad de Oviedo con el Colegio Mayor San Gregorio, sección de la que es directora la eficiente profesora de psicología Ana Bernardo. Esta residencia -como digo ya está abierta la preinscripción- llevaba más de un año cerrada, sin inaugurar, y aunque los servicios de funcionamiento y atención serán externalizados para Mieres supondrá no solo un impulso al campus, que todavía no acaba de coger el vuelo necesario, si no también la creación de unos cuantos puestos de trabajo y la fijación de una población estudiantil lo que siempre es bueno para el sector servicios tan castigado en este concejo. Lo dicho, no es, ni mucho menos, el milagro de Fátima pero…
