Hace unos días, unos profesores de segunda enseñanza me comentaban los excelentes resultados para la “paz escolar” de la existencia de mediadores, chicos y chicas que intervienen para intentar solucionar los conflictos pacíficamente. 

Para la transición de una cultura de imposición y dominio a una cultura de conversación y conciliación, se necesitan mediadores a todos los niveles. 

Ellos pueden llegar a ser, con una experiencia progresivamente adquirida, quienes “desactivan” el uso de la fuerza. 

¡De la fuerza a la palabra! Ésta es la inflexión histórica que se avecina. No podemos seguir anclados a un sistema que invierte miles de millones de dólares al día en armas y gastos militares para garantizar la seguridad de un porcentaje relativamente reducido de habitantes de la Tierra, cuando la mayoría se halla en la más completa indigencia. 

Esta gran injusticia –que afecta a más del 65% de la humanidad- desaparecerá junto con el sistema que la impuso, hoy ya en sus últimos momentos. 

Ahora ha llegado el “nuevo comienzo” de la paz, de la palabra, de la conciliación. 

¡Mediadores! Su formación y existencia es garantía de la nueva época