Son ídolos de masas, imagen de grandes firmas comerciales, líderes difusores, elegantes y triunfadores, jóvenes a los que se idolatra e imita. Hay quien ha dicho que son los gladiadores del siglo XXI.

El aspecto de una persona dice mucho sobre su personalidad o forma de ser. La imagen personal es nuestra carta de presentación, refleja la manera en que queremos relacionarnos con el mundo. En ocasiones decimos más con el cuerpo que con las palabras. Los futbolistas de primer nivel, las estrellas de las diferentes ligas europeas, son conscientes de eso y se afanan, cada vez más, en cuidar su imagen, estar a la moda, crear tendencias y conocer los últimos tratamientos estéticos.

He elegido a las dos estrellas del fútbol asturiano para hacerles un repaso siguiendo las pautas de la Psicoestética, las mismas que aplico a diario en mi salón de moda masculina. Estos futbolistas representan calidad, fantasía, imaginación, sueño…, en definitiva, la jugada perfecta de diez en moda. Cada uno de los que componen nuestra Selección Nacional apuestan por un corte de pelo y un peinado diferente. No en vano, son grandes modelos para la juventud que en el siglo XXI busca imágenes renovadas en las que identificarse. Como profesional de la peluquería, esa pluralidad me reconforta, a la vez que me plantea un reto apasionante: saber interpretar el peinado más adecuado a sus rostros y adaptarlo a sus demandas y necesidades. Pese a esta diversidad de cortes y peinados, hay algo que les une: todos llevan con elegancia la vestimenta deportiva y, por lo general, les apreciamos incómodos cuando el guión protocolario les exige el traje y la corbata.

Juan Mata.

A nuestra estrella asturiana ya le vamos plasmando su corte natural hacia delante y vuelto el frontal hacia atrás con algo de gomina, cera o espuma, quedándole muy bien. Sus patillas están a la altura correcta y quizás la barba no debería dejarla de tantos días, dos o tres máximo, para mantener la perfecta armonía entre corte, peinado y barba para reforzar su aire juvenil.

Cazorla.

Coordina casi todo muy bien: simpatía arrolladora, expresividad positiva, magnífico futbolista que sabe ganarse el cariño de todos. Su corte de cabello, patillas y peinado debería variarlos ligeramente en esa magnífica idea que tiene de la coordinación de su estilo impecable. Con ligeros retoques psicoestéticos, nuestro gladiador asturiano mejoraría su imagen de triunfador y potenciaría su carisma personal.

Ramiro Fernández Alonso

Psicoesteta