Estaba visto. La derecha asturiana ha tirado la toalla y es que a las 10,00 horas de hoy se cerró el plazo para la presentación de candidaturas a presidente del Principado y solo se ha registrado la del socialista Javier Fernández. Este está ya trabajando con asesores de su confianza para ver como recortar casi 700 millones de euros de los 3.500 que marcan los presupuestos prorrogados. Ardua tarea, hasta el punto que ya ha recibido varias calabazas de gente de su partido, así como de algún independiente, para formar parte de su gobierno, un gobierno al que expertos califican a priori de corto recorrido. Tampoco Izquierda Unida lo tiene claro, lo de entrar en el gobierno de Javier Fernández, y esta tarde sus dirigentes tomarán una decisión. Pero lo que si me ha dejado perplejo es ver como la derecha asturiana, tras devorarse a si misma, ha tirado la toalla y ni Francisco Alvarez-Cascos ni Mercedes Fernández han presentado candidatura. El Partido Popular se reunirá, su comité ejecutivo, a las 13,00 horas, lo justo para irse luego todos a comer y el líder de Foro Asturias lame sus heridas de emisora en emisora ante el desconcierto de sus bases y lo que empieza a ser una preocupante indiferencia regional hacia su partido.
Vamos, que los asturianos, salga el sol por Peñamellera Alta, tendremos administración socialista para años, si antes no le da otra venada a Cristóbal Montoro y nos interviene, y es que lo de la derecha asturiana en los últimos tiempos es de tesis doctoral en la Facultad de Ciencias Políticas. Tengo ganas de que llegue el miércoles para escuchar que dicen Francisco Alvarez-Cascos y Mercedes Fernández. Temo que en vez de criticar el discurso que el candidato a la presidencia habrá pronunciado el día anterior, o sea, mañana, seguro que se lían a descalificaciones mutuas. Al final, Francisco Alvarez-Cascos pasará a la historia de Asturias no como a Melchor Gaspar de Jovellanos le hubiera gustado, si no como “el breve”. Siento, por cierto, que mi colega el periodista Florentino Alonso Piñón, todavía consejero de la Presidencia, deba retornar a Madrid. Creo que estaba en el ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón aunque a lo mejor su jefe Alvarez-Cascos le pide continuar en Oviedo, donde reside su madre, para lo que al no ser diputado deberá de nombrarle asesor de Foro en la Junta General del Principado. Pronto lo sabremos.
Quiero, por cierto, tener un recuerdo para un buen amigo y empresario que se nos fue: El hotelero Angel Martínez quien falleció la semana pasada con la misma discreción con la que vivió. Angel Martínez fue el fundador de la Unión Hotelera y promovió establecimientos de gran prestigio en Asturias como el Hotel Príncipe en Gijón, el hotel España y el hotel Regente en Oviedo, el hotel Luzana en Avilés, además de un importante complejo turístico en Canarias. Angel Martínez, la modestia personificada, conocía muy bien los entresijos de la sociedad asturiana. Siempre recordaré que allá por la mitad de la década de los 70 fue la primera persona a quien escuché la necesidad de fusionar y reducir el número de ayuntamientos en Asturias, lo que ahora ya está sobre el tapete, mal que le pese al futuro presidente del Principado. Creía Angel Martínez en las posibilidades turísticas de Asturias y en la medida que pudo, que fue bastante, contribuyó a potenciarlas. Era de esa clase de asturianos que por desgracia no abundan, emprendedor y reflexivo, y lamentablemente se nos ha ido. Hasta siempre, amigo.