Debo iniciar este comentario de fin de semana felicitando al delegado de la Sociedad General de Autores para el noroeste de España (Asturias, Cantábria y Galícia), el asturiano Javier Vidal Sánchez, porque en la reunión de la comisión ejecutiva de la SGAE celebrada ayer en Madrid bajo la presidencia del nuevo responsable de esta organización, el gallego Antón Reixa, se acordó nombrar a Javier Vidal director corporativo de relaciones institucionales cargo que a partir de ahora simultaneará con que el ya tenía como delegado para el noroeste.
Cumplidos los 65 años la nueva dirección de la SGAE considera con buen criterio que Javier Vidal es un valor no para enviarle como jubilado para casa si no que hay que aprovechar su valía en esta nueva etapa que acaba de iniciar la organización que cobra los derechos de autor y que ha comenzado a sobreponerse a una crítica etapa que puso, incluso, en peligro su existencia. Javier Vidal es un asturiano al que siempre le encantó la política habiendo sido en tiempos de UCD, y dentro de la corriente liberal a la que pertenecía, consejero de transportes y también de sanidad cuando la pre autonomía asturiana era presidida por Rafael Fernández. De origen bancario, como el actual arzobispo de Asturias Jesús Sánz, el nuevo director corporativo de relaciones institucionales de la SGAE se afilió posteriormente al Partido Popular saliendo concejal en la candidatura que encabezaba Gabino de Lorenzo en la anterior legislatura municipal. Encargado precisamente por el alcalde, quien le había fichado para el PP, de las relaciones institucionales del ayuntamiento ovetense, no hubo el suficiente filing entre él y Gabino de Lorenzo lo que hizo que Javier Vidal no repitiera en la siguiente lista municipal.
Ahora para este importante nombramiento ha influido además de su valía profesional, sus excelentes cifras recaudatorias, la amistad con el nuevo presidente de la SGAE, el citado Antón Reixa, sus excelentes relaciones públicas con políticos e instituciones y el pertenecer al partido que ahora gobierna desde La Moncloa. Enhorabuena, caro amigo.
A mi que me registren, no pienso avalar ninguno de los pagares con los que el exiliado presidente del Real Oviedo Alberto González quiere saldar las deudas con jugadores y empleados. Fui precisamente ayer al partido jugado en el campo de San Gregorio entre el Universitario y el Real Oviedo, conmemorativo de las bodas de oro del club de fútbol de la principal institución docente de Asturias y veo, creo que por primera vez, al director de deportes de la universidad Miguel del Valle hecho un pincho con corbata incluida. Habrá que buscar y pronto un lateral que el japonés del Uni Sakamoto, tras cuatro años, se nos va para Brasil. Ya ha aprendido castellano y ahora le toca portugués.Al frente del Real Oviedo, el incombustible Vili. Ni el vice presidente Vaca ni nadie más del amplio staff con que cuenta el club carbayón. En la grada observo como el psicoesteta Ramiro Fernández observa a Pacheta, más delgado que una flauta y con una melena que pide a gritos pasar por la manos del internacional peluquero asturiano prácticamente con la maleta hecha para acompañar a “La Roja” a la eurocopa. Eche en falta alguien del ayuntamiento -¿Donde andará metido el concejal Joe Pando y es que debe ser más bien del Sporting?-. Decir a estas alturas que el rector Vicente Gotor está casa vez más suelto es una obviedad. Recibe un detalle de su equipo que cumple 50 años entre el aplauso del respetable, unas 200 personas. Por supuesto el industrial lavianés Ataulfo, de la Confitería Asturias, no podía faltar. No se pierde actuación del club de sus amores, el Real Oviedo, del que no hace mucho fue directivo. Con apoyo por parte del ayuntamiento, él y el psicoesteta Ramiro Fernández harían un magnífico tanden para dirigir el club ovetense si éste, la verdad, antes no desaparece. El veterano Vicente me expresa su preocupación al respecto. También me prestó ver en la grada a Ramón Ballesteros, ya jubilado, que fue una de las almas del deporte universitario. El partido amistoso -2 a 1 a favor del Real Oviedo- fue dirigido por el internacional Muñiz, muy en forma como no puede ser de otra manera en un árbitro de primera división. En la grada no perdía detalle el ex linier internacional Hugo Novoa. En breve será por elección el nuevo presidente de la Federación Asturiana de Patinaje. Así de echados para adelante somos los asturianos.