Asturias ha tenido sus cinco minutos de gloria en los medios de comunicación nacionales al conocerse que, por fin, habrá gobierno en esta bendita tierra. La mayoría de los comentaristas coinciden en que el general secretario Francisco Alvarez-Cascos se equivocó en su estrategia y también en que el Partido Popular de Asturias tardará mucho en levantar cabeza en nuestra región. ¡Que bien estaba Mercedes Fernández en su escaño en el Congreso de la nación!. Ahora deberá contentarse de estar como representante de la tercera fuerza política del parlamento regional en la oposición. ¿Apoyará sin reservas las estrategias del general secretario?. Francisco Alvarez-Cascos no se va, ténganlo por seguro. Estará a pie de escaño en la oposición estos tres años y ni siquiera accederá al senado -podría hacerlo- donde continuará su fiel escudero Isidro Martínez Oblanca.
Supongo que a Ignacio Prendes y Rosa Díez -muy dura ayer en el Congreso con Mariano Rajoy, que la llamó prepotente- les habrá costado tomar la decisión pero Asturias así no podía estar más y su giro de llave a la izquierda me resulta lógico por ser el bloque más coherente y en donde no ha habido pelea alguna de gallinero, todo lo contrario que en la derecha asturiana. Ya se que su pacto con el PSOE es de legislatura y no de gobierno pero el voto de Ignacio Prendes en nuestro hemiciclo será importante a la hora de aprobar temas vitales como los presupuestos, por ejemplo. De todas las maneras estoy convencido de que enseguida Francisco Alvarez-Cascos comenzará a denunciar cierto entendimiento entre PSOE y PP -la famosa pinza-, como hizo meses atrás. El será de verdad la auténtica oposición al nuevo gobierno asturiano. Por su parte Javier Fernández, que no está lo que se dice como para tirar voladores, sabedor de l que le cae encima, deberá apoyarse al máximo en el núcleo duro socialista de Alfredo Pérez Rubalcaba para aminorar lo más posible las embestidas del gobierno de la nación comenzando por el incierto futuro de nuestras minas.
A Javier Fernández la presidencia del Principado le trae un niño no un pan debajo del brazo si no con 100.000 parados -por el momento- y hambre en las calles -sí, han leído bien, hambre-. Sus socios de Izquierda Unida, además de conseguir empleo para cualificados militantes, querrán inducirle hacia una política social y menos restrictiva que la que pretende Mariano Rajoy pero nuestra autonomía ahora lo es menos, como ocurre con las demás, y Madrid, por así decirlo, comienza de nuevo a mandar mucho. Por cierto, mi espía preferida, la XPXIII, que no para de ir y venir a Madrid en vuelos baratos, me cuenta que hay un chico ovetense en el corazón de La Moncloa que asesora a Mariano Rajoy principalmente en temas del Africa subsahariana. Se trata del economista y diplomático Raimundo Robredo Rubio. No llega a los 40 años, estudió en La Gesta, el mismo colegio que la futura reina de España Letizia Ortíz y económicas en la Universidad de Oviedo. Ha estado como diplomático en varias misiones en Africa, concretamente en Nigeria, para posteriormente desempeñar el cargo de cónsul en Sudáfrica. También fue primer secretario de la Embajada de España en Tokio. El presidente del gobierno de la nación le ha incorporado a su equipo de asesores y me hablan de él maravillas. A ver si al encontrarse a la diestra del presidente le inspira positivamente sobre Asturias. Y es que tras desvelarse quien será presidente del Principado a la dirección del Partido Popular no le queda otro remedio ya que fijar fecha para el congreso regional que, a la vista de los acontecimientos, no va a ser un paseo triunfal para Mercedes Fernández, ni mucho menos. En un segundo plano el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo, con gestos populistas y dialogante, se está fabricando una buena imagen ante la opinión pública puesto que ahora no hay grava -¿Me entienden?- para acometer grandes proyectos en la ciudad de nuestros amores y conseguir la presidencia del PP de Asturias le supondría encabezar una profunda e interesante renovación de su partido en nuestra comunidad. Y ya que me refiero al ayuntamiento ovetense ¿Que es del bueno de Arturo González González de Mesa, el líder del grupo municipal forista?. Desde que en el último mitin de campaña de Francisco Alvarez-Cascos en el auditorio le escuché pedir perdón por sus excesos verbales en determinados actos y declaraciones no he vuelto a saber más de él. ¿Le habrá comido la lengua el gato?. Quien sabe, todo es posible en esta Vetusta clariniana.