La situación en Asturias es muy preocupante, con un gobierno interino, enfrentado con todo aquel que no sigue su dictado, que alarga los plazos de una forma decididamente perjudicial para nuestra comunidad autónoma. Ahora son la patronal, los sindicatos y el presidente de los centros asturianos los que mantienen una actitud cainita y carecen de diálogo. También, los periodistas que no le bailan el agua fueron blanco de sus disparos. Entre los pocos que van a merecer un monumento, que esperemos no sea encargado a Antonio López, se encuentran los miembros de la jurisdicción contencioso-administrativa que, en los asuntos políticos que han dirimido (voto emigrante y moción de censura de Siero), les han dado la razón.
Desde el gobierno central se dice que existe la posibilidad de intervenir Asturias. Desde el gobierno regional, que se trata de una estrategia política. Desde el PP autonómico, que resulta razonable la preocupación de Hacienda sobre Asturias. Desde el PSOE asturiano se pide "rigor" al Ministerio y se lamenta la "negligencia" del Principado. Para rematarlo, el señor Álvarez-Cascos afirma que "este comunicado del Ministerio de Hacienda de España perjudica gravemente a los asturianos que quedan desacreditados ante la comunidad financiera nacional e internacional…”. ¿Cómo dice? ¿Quién dice que quedan desacreditados? Los únicos que quedan desautorizados son Ud. y su gobierno. ¿Es que los asturianos tenemos alguna responsabilidad sobre la calamitosa situación política regional?
La situación económica de la administración asturiana es una incógnita, pero no se vaticina nada bueno de lo que vaya a dejar este gobierno interino. Lo más normal es que, desde la lealtad institucional que debe presidir la vida política, durante la temporalidad, las cosas se estén haciendo con todo el rigor que los ciudadanos exigimos. Pero, también podría suceder que, con el fin de maquillar las cuentas, en este período transitorio se acumulen facturas sin cargar en el sistema contable. Así, por un lado, en la Administración no se contabilizan cargos, apareciendo las cuentas con un “superávit ficticio” y, por otro, los proveedores de bienes y servicios ven cómo se retrasan sus pagos, sin justificación alguna. También podría suceder que las transferencias a empresas públicas y fundaciones se retrasen, con lo que, los terceros que contratan con ellas, también ven retrasados sus pagos. Esto ocasionaría que el nuevo gobierno se encontrara con unas cuentas artificialmente engordadas. No es descabellado pensarlo a la vista del comunicado de Madrid.
Pero, la lealtad institucional en este ínterin brilla por su ausencia. La interinidad gubernamental no impide al gobierno de Foro seguir haciendo nombramientos de libre designación que aparecen ilustrados, día sí, día también, en nuestro boletín oficial (BOPA). La Consejería de Educación amplía los conciertos educativos en Oviedo, subvencionando una nueva unidad de Educación Infantil en dos colegios. ¿Estas decisiones debe adoptarlas un gobierno provisional?
Al gobierno entrante le va a quedar una ardua tarea, por la complicada situación estatal y por la calamitosa coyuntura que a buen seguro va a encontrarse al hacerse cargo de las riendas autonómicas. Pero no dejan de ser suposiciones. Ojalá no suceda nada de esto, el gobierno entrante se encuentre con unas cuentas reales y las reiteradas declaraciones de la señora Cristina Coto acerca de que “no han tocado el gasto social” no tengan que ser respondidas con la argumentación expuesta, si las utilizan como la clave de su oposición al nuevo gobierno, si finalmente es de izquierdas.
Confiemos en que la situación no se deteriore más por la imposibilidad de constituir un gobierno. Si no fuera posible su constitución, la responsabilidad habrá que buscarla, exclusivamente, en Foro y en el PP. Y en el señor Prendes que está jugando a la ambigüedad y a ser la reina del baile. Y ya cansa. De verdad que, a esos “asturianos desacreditados”, esta irresponsabilidad les produce hastío y preocupación. Honda preocupación.